𝘽𝙖𝙟𝙤 𝙡𝙖𝙨 𝙜𝙖𝙧𝙧𝙖𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙯𝙖𝙙𝙤𝙧

7-Volvió

Este verano se esta volviendo un tanto anormal, tan solo por un desconocido que no para de aparecer, hablar estupideces y convencerme cada vez más que tiene que tratarse.

_¿Por qué tiene que tratarse? ¿Por ser uno de los pocos hombres que han tenido esa reacción en tí?

Cállate, parece que se pega, no paras de decir estupideces.

_Y tú no paras de pensar en el desconocido-rayita-sexi-asesino-rayita-tiene que tratarse_

No, no paro de pensar que en que mi familia se entere de lo que está pasando, un chico entrando por MI ventana y piensen cosas que no tienen nada que ver. Me molesta porque algo me dice que cumple lo que promete y me molesta que esto no terminé.

¿Te molesta?Tienes miedo de sentir algo, ya acéptalo.

Basta, pará, ya deja de decir cosas ilógicas.

Después de tanto discutir con mi conciencia- que solo sirve para decir cosas sin sentido- me levanté a ponerme el pijama y me tire sobre la cama.

<<Quiero verte>> Sus palabras hacen eso en mi mente. Quitándome la paz que pensaba había conseguido desde que llegó.

Me parece tan estúpido todo. Sigo creyendo que esto es un juego en el que no sé si quiero participar... Porque todos quieren jugar cuando están por delante, pero cuando te ves en retroceso o perdiendo solo quieres reiniciar la partida, pero esto no es un juego, es la vida real y hay que afrontarla.

Me apunta.

Me acosa.

Suelta el arma y me mira con decepción, dejandome aún más confundida.

Y en ese momento, en ese preciso momento me di cuenta que no le había preguntado o interesado el porque de haberme apuntado...

Es extraño. Se toma la libertad de entrar a mi cuarto, robarme mi espacio personal, apuntarme- si ya se, talvez tengo una obsesión con lo pasado-, me susurra al oído y aparte me tienta diciendo que lo he calentado dos veces. Y me jode el efecto que tiene al decirme eso.

Aparte me dice que lo mire a los ojos y mire a los ojos y me daré cuenta de lo que piensa, me siento apresada.

Tiene que tratarse está comprobado... O talvez yo tengo que tratarme. No puede ser que algo en él me llame tanto la atención.

_¿Lo estás aceptando?_

¡No estoy aceptando una mierda! Deja de joder porfavor. No te he dado permiso de hablar, estoy organizando mis ideas y no quiero interrupciones, no quiero que jodas todo a lo que he llegado

_¿Ha que has llegado?¿Seguir pensando en él?_

Cállate...

Entre disputa y disputa logre dormir sin siquiera darme cuenta.

10:00 AM

Abro los ojos por la luz que refleja el sol, me cuenta, pero igual me levanto y camino para ir al baño a darme una ducha.

El papel...

_¡¡Buenos días solecito!!_

Shhh

Miro el lugar donde estaba antes el arma y no la veo, pero si el papel. Lo tomo y escondo en la almohada.

Luego de ducharme, arreglar mi cuarto y vestirme salgo de la habitación a comer algo. Mis padres y hermanos probablemente estén en la playa, la casa está bastante silenciosa.

Desayuné y me puse a ver una película, a la que no puse mucha atención, estuve la mayor parte del tiempo en el móvil.

Tome mis gafas, apague la TV y con las chanclas en mano salí sin un rumbo determinado. Quería seguir estando sola una rato- como me gustaba estar- quería paz y la buscaría.

Ya eran las 12:20 PM

Decidí buscar un lugar de la plaza al que no acostumbraba a ir mucha gente.

Había unas escaleras de piedra que conducían a in lugar bastante bonito dónde daba vista al mar, justo lo que necesitaba.

Subí y me senté en la parrilla con mis pies colgando. Me quite las gafas las puse a mi lado junto al celular.

Cerré los ojos y me intenté relajarme...

¿Y quién llega siempre a joder mis momentos? Pues si, él. Y por lo visto estaba antes que yo en el lugar. Se sentó a mi lado y al abrir mis ojos lo ví, si lo ví, tenía unos pantalones que le llegaban hasta las rodillas- negros- con una camisa blanca que acentuaba bastante sus músculos. Me quedé por un momento admirandolo...

—Hola— dice serio, raro, no lo había visto nunca así. El cansancio se reflejaba bajos sus ojos—.

No quiero responderle.

Quiero responderle.

Bueno está bien, aunque después me arrepienta.

—Hola— hablé tratando de sonar sin interés—.

—¿Que tal tú noche?—.

—Supongo que bien— no sabía que más decir, así que agregue— ¿y tú?—.

—Mal.

Y no mentía, sus ojeras lo dejaban claro. Aparte de que hablábamos como personas normales.

—Dejaste tú carta en mi cuarto... ¿Puedo botarlo o es un tipo de brujería?—  dije con un tono burlón—.

—Fue a propósito— dijo con picardía. Y por lo visto volvió el único e inigualable patán—.

Y no creo que cambie

NOTA:

Regreseee rayitosss de luzzz.Estuve un poco desaparecida pero bueno ya estamos de vuelta.Espero disfruten el capítulo y preparense que vienen momentos fuertes.Gracias por el apoyo.Os quiero ❤