Me embarco en la travesía del olvidó, navegando en un mar alternativo, en estas aguas estrelladas, vertiendo en en ellas mi alma.
Sin ver como las constelaciones se ve burlan de mí, por el simple echo en que las lágrimas se me salen gracias a tí. Esperando superar a la estrella polar para ver si en este eterno viaje sin retorno te logro olvidar.
Mi llanto es mi único compañero tanto así que por mí tristeza llegaré a viejo. Necesito una dosis de morfina par este corazón roto, pero no logro conseguir ni un poco de adrenalina sede que ya no hay un nosotros.