En ocasiones, Megumi llegaba a pensar que Itadori era una mala influencia, su amigo no habia cambiado ni un poco ese pensamiento de salvar a todos por igual. Algo que que causaba una que otra discusión entre ambos, el azabache mira el mundo desde un punto realista y negativo. "No todos merecen ser salvados, hay gente mala que no vale la pena salvar " pero Yuji era su opuesto; " Eso no lo decides tú. "
Y al final, terminaba cediendo.
¿Cuando fue la ultima vez que termino en una enfermería? Habia pasado tanto tiempo desde que puso un pie en una sala medica. — Dos costillas rotas, por suerte el golpe no fue fatal.
Informo el medico, Megumi seguía estoico en su lugar. No había quejas ni preguntas de su parte, el dolor físico que sentia lo comparaba con pequeñas cosquillas. Los Zenin lo habían entrenado de manera inhumana para ser resistente al dolor físico.
Quiero dormir.
El joven Zenin paso la noche en la enfermeria, no quería ver a Itadori ni escuchar sus disculpas. Cumplio con salvar a cada persona del edificio, mato a cuatro maldiciones de grado especial y 3 de segundo grado. Sólo deseaba un momento de paz y un lugar en donde pudiera dormir que no fuese su departamento o la finca Zenin.
Satoru no pierdo tiempo en localizar al azabache. El ambiente es silencioso y tranquilo, Gojou se da la tarea de mirarlo dormir.—¿Por qué salvaste a todos, Megumi?
El adolescente se cuestiona nuevamente y nuevamente pregunta, ¿por qué hay que salvar a las personas?, las facciones de Megumi no muestran cambios. Hay tanta paz en su expresión y su respiración es suave y calmada, sus pestañas negras y largas combinan tan bien con su cabellera rebelde. Satoru quiere acariciarlo, contemplarlo pero su vista es aguda y nota con rapidez algunas marcas y chupetones.
Eres de ese tipo, ¿no Megumi?
Un impulso por pasear su mano en el cuello desnudo del adulto lo tienta, quiere tocarlo hasta verlo morir en sus manos. Fracturar lentamente aquel cuello manchado de besos y carias causadas por manos desconocidas.
Deseando escuchar a Megumi agonizar.
Una sombra se forma silenciosamente debajo de sus pies, lo jala hasta abajo y Satoru se sorprende al tener ambas manos y pies atadas. Megumi se incorpora, estando tranquilamente sentando en la cama observando a su pequeño espia. Las pupilas del azabache se muestran filosas debajo de la luz natural de la luna. —¿Te dedicas a observar a tus mayores mientras duermen?
Pregunta y el albino se retuerce con fastidio, queriendo liberarse. — Nunca permites que me acerque a ti, ¿Me tienes miedo, Megumi?
Una sonrisa tiró de la comisura de sus labios, Satoru no iba a ocultar sus verdaderas intenciones. Él queria estar cerca del azabache, muy cerca— ¿No te lo dije antes? Ese complejo de Dios te costara caro. — Megumi se inclinó hacia él, aparto las gafas oscuras y lo mira directamente a los ojos.
Advirtió nuevamente.
—Hay algo malo contigo y me desagrada tanto —susurro a su oido, su voz suena calmada y fría, Satoru sonrie divertido.
Megumi lo libera y antes de avanzar hacia la puerta le dedica unas palabras. — No hay nada de mi que quieras.
.
Gojou esta en los dormitorios sintiendo su la sangre hervir a fuego lento, aprieta los puños y mantiene la calma lentamente. Las palabras de Megumi aún siguen resonando en su cabeza, éL es Gojou Satoru, el futuro jefe del clan Gojou, el más fuerte dentro de la jerarquía del Jujutsu y siempre obtiene lo que quiere, ¿por qué con Megumi seria distinto?
Sólo quiere estar cerca del azabache, observarlo luchar, ver su técnica maldita. Y tal vez, hacerlo doblegarse ante él como su único Dios.
—Oh, te equivocas Megumi. Yo quiero todo de ti —un brillo malévolo se asoma en sus profundos ojos azules
Getou Suguru:- Date prisa.
Satoru guarda el movil y sale de su habitación para encontrarse con su amigo Getou en las a fueras de los dormitorios, listo para el sermón de cada día que este ultimo le propina.
— Satoru, ¿no tienes cosas mejores que hacer que estar detrás de un superior? estás siendo irrespetuosos como siempre.
— Megumi no me ha reportado con el profesor Yaga, lo que significa que no le interesa.
Sonrié confiado, Getou sólo niega en modo de rendición. Su amigo es un caso perdido y un arrogante sin remedio, Megumi nunca lo reportaría con nadie. Nunca levantaría una queja tan innecesaria sobre el albino.
— Zenin-san—corrige el pelinegro— Dudo mucho que te haya dado el derecho de llamarlo por su nombre.
—No lo hizo, el permiso me lo di yo mismo.
Dice con burla y Getou solo se rinde, no habia forma de razonar con su amigo. Ese empeño por estar cerca del azabache era simplemente inexplicable para él, no era admiración, curiosidad u amor lo que se reflejaba en la mirada de Satoru, no. Habia algo más y eso sólo emergia cuando Megumi estaba cerca.
El chico del flequillo miró su entorno y nada parecia colorido o bullisioso. Era tan solitario y frío que le costaba creer que fuese parte de la escuela.
— ¿Por qué tanto interés en Zenin-san? —pregunta curioso, sabe que tanto el clan Gojou como el clan Zenin se llevan mal, como perros y gatos. En la actualidad aún existe roces de odio pero aún no ha surgido un motivo para llegar a un enfrentamiento como hace miles de años.
Saturo detiene sus pasos y ladea un poco la cabeza, pensando en una respuesta.
— Megumi es una persona interesante.
Responde pero Getou no le cree, conoce a su amigo lo suficiente como para saber que no hay sinceridad en sus palabras. Los ojos de Satoru parecen perder su brillo por un instante, Suguru cree haber visto algo oscuro por encima de las gafas de sol de Satoru, el albino le sonríe indicandole que todo estaba bien pero Getou se cuestiona y no le cree. — Démonos prisa, Shoko debe estar esperando.
Dice rápidamente y Suguru asiente.
Hay algo malo contigo, Satoru.
Con eso en mente Suguru continua su camino junto a Gojou y Megumi los observa desde lejos.—¿Deberia cambiar mi jugada? No soy una presa fácil de cazar. —una sonrisa tenua se forma en sus labios.
Si te pasas del limite te mato, Gojou Satoru.
_¡Hola! El capitulo fue corto, lo siento uwu
¿Esperaban romance? Eso sera para una próxima historia.
¿No entendiste nada? Te explico entonce: A Satoru le encanta ver los avances de Megumi como hechicero de clase especial, pero también tiene pensamientos posesivos y retorcidos hacia él. Megumi lo sabe y por ello siempre dice: "Hay algo malo con ese niño".
Satoru no ama a Megumi exactamente, lo ve como una posesión y no como un ser humano como tal. Gojou se cuestiona abiertamente sobre ayudar a otros porque simplemente ayudar al más débil es agotador.
Las palabras de Megumi al final significa:- Si involucras a alguien inocente a nuestro juego, te mataré.
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One-Shot. GoFushi
FanfictionHistorias cortas sobre mi segundo shipp culposo, espero que lo disfruten. Muy rara serán las veces que un One-shot tenga parte dos.