Edgar.

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Y me pregunte si el amor de Edgar era demasiado puro...
O si yo era demasiado egoísta.
Por qué el cruzar de sus piernas podía decirlo todo sin decirme nada.

A la madrugada le cantaba, al atardecer le suspiraba.

Y mientras que a la noche le dedicó versos logro despedirse de la luna a quien no lograría volver a ver.

A mí querido Edgar que tuvo que aprender a jugar con otras reglas.

A mí odioso Edgar que me obliga a tragar la duda hasta que muera en mi garganta.

Al pequeño que llora y desea ser abrazado.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2021 ⏰

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