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Zenko tenía la habilidad de ocultar sus emociones, y más si está en la escuela.
Zenko ocultaba su tristeza en su escuela y cuando estaba sola, la dejaba salir.
Zenko se encontraba bajo un árbol de cerezo, sentada bajo la sombra de este, imaginándose tener una familia normal, feliz...algo imposible para ella.
Ya que, tenía un hermano violento, muy violento desde siempre, pero se volvió más por el fallecimiento de su querido abuelo.
Kaigaku, el hace la vida imposible a Zenko dentro de su casa, solo Zenko se puede llegar liberar de el cuando está en la escuela.
Solo que Zenko, no veía lo que pasaba en realidad.
—Aniki, ¿por qué eres haci?...
Sometida en sus pensamientos, no escucha los pasos que se acercan a ella.
—¡Monko! ¿Tu que haces ahí? ¡Ya terminaron las clases!—Inosuke la encuentra , se acerca y la jala del brazo con fuerza, sabiendo que los moretones de Zenko le hacen doler más. Zenko suelta bajos quejidos durante todo el jaloneo que Inosuke le hacía a ella.
—Dime dónde está tu casa, necesito conocerla— Inosuke la jalonea hasta la salida, y ella solo piensa en una cosa, "Esto se va a poner mal".
Zenko con una mueca de dolor en su brazo, se detiene, haciendo que Inosuke pare su forcejeo y la mire con extrañes.
—No se preocupe Hashibira-kun, yo po-podre ir sola.
—¡El gran Inosuke debe proteger a sus súbditos!—dijo, mostrando unas de sus típicas sonrisa orgullosas.
—Esta bien Hashibira-kun—y hay Zenko, sintió un mal presentimiento.
Por qué la realidad era otra, ella veía los bondadoso en el ser humano.
[...]
—El bebé, ¡necesito verlo!—deja lo que estaba haciendo en la cocina, y se dirije al cuarto de su bebé.
Con la rapidez que no sabe cómo lo saco, llega al cuarto para ver a su bebé levantado sus manitas al aire.
— Ay, estás bien, ¡vamos a comer mi amor!—el bebé se encontraba ya despierto, mostrando sus hermosos ojos avellanas como el de su madre, Zenko lo levanta para darle de amamantar.
