I Hate You ✦ XiCheng¹

Capítulo 1: El inicio

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Jiang Cheng ha crecido rodeado de elogios, premios y felicitaciones.

Es el único hijo varón de la familia Jiang y por lo tanto es mimado por ellos.

Ahora mismo asiste a una escuela élite, a lo que no muchos niños cuentan con el privilegio de pertenecer. Él fue admitido, porque es lo suficientemente inteligente.

Los primeros años parecen un paraíso, Jiang Cheng tiene amigos y también está acompañado de su hermano adoptivo: Wei Wuxian.

Es maravilloso estar allí, las clases son entretenidas, los maestros amables y el lugar mismo es tan adecuado.

No es sino que su felicidad se acaba al tercer año. Cuando llegan dos gemelos de improviso; en realidad llega a ser imposible entrar ya en el tercer año, pero este es un caso especial, los niños son sobrinos del director.

Así fue como conoció a XiChen, uno de los jades de la familia Lan.

Su sola apariencia ya le da puntos extra, tiene unos rasgos que lo hacen resaltar, sus ojos tranquilos, pero profundos, sus cabellos castaños, su piel tan clara y su porte tan distinguido a pesar de su corta edad.

Ahora sumemos su hermosa personalidad, su trato es gentil y su voz amable, tan solo con oírlo puedes sentirte tan relajado, no importa como lo mires, es un Ángel desde cualquier ángulo.

Tal vez hubiera estado bien si el cielo solo le otorgara esas bendiciones.

¡Pero no!

El niño era tan listo que no había pasado dos semanas antes de que ocupara los primeros puestos de numerosas actividades y asignaturas.

Lo que sea que hiciera, lo que fuera, era malditamente bueno en ello.

Jiang Cheng tenía ocho años, un niño le había quitado toda la atención a la que estaba acostumbrado.

Obviamente empezó a sentir envidia y desear que se marchara.

Por el contrario, XiChen parecía verlo como un compañero más, lo trataba bien y jamás le había regalado una mala mirada.

Jiang Cheng actuó entonces como un niño caprichoso, lo trató tan mal como pudiera e incluso le gritó una vez que abandonara de la escuela.

Aún recuerda esa tarde, ya que en lugar de que el otro niño se enojara, le sonrió.

—A-Cheng, no voy a irme.— le respondió tranquilo.

Seguidamente se acercó y selló sus palabras con los labios.

¡Lo besó en la mejilla!

Un beso tan corto e inocente, pero que dejó como a una estatua a Jiang Cheng.

Lan XiChen se marchó cuando su chofer llegó.

En la noche cuando Jiang Cheng estaba en casa, preguntó a su madre que podría hacer para que alguien le obedeciera.

Ella le respondió con simpleza:

—Una boda.— sonriendo y luego señaló. —¿Ves a tu padre?, él parecía detestarme antes, pero ahora siempre hace lo que le digo.

—Oh.— un pequeño foco pareció encenderse en su cabeza. —¡Gracias, mamá!

La señora Yu ni siquiera sospecha del porqué su hijo le hizo aquella cuestión.