Era un día de invierno, el pequeño azabache se encontraba caminando sin rumbo alguno por las calles, con una guitarra en su pecho, abrazándola con sus dos pequeños brazos.
Sentía un gran vacío en su corazón, pero, ¿por qué no lloraba? sentía un gran dolor, pero, ¿por qué ninguna lágrima salía por sus ojos? sentía que todo su mundo se había caído, ya no le quedaba nada por el cuál seguir viviendo.¿Por qué tuvo que ser aquella razón por la que lo hiciera?
Suspiró y siguió caminando, aferrándose cada vez más a la guitarra, recordando todos aquellos momentos que vivieron. No quería que eso fuese real... lo siento.
Estaba a nada de golpearse la cabeza contra el poste que tenía a unos metros de él, no le importaba si muriese, mucho mejor, estaría a su lado...
Mordió su labio fuertemente, acelerando su paso hasta el poste, justo antes de que pudiera estrellar su cabeza contra aquello, alguien lo detuvo.
"¿Qué mierda quieren?" pensó, volteándose hacia aquella persona, sin expresión alguna.
Ah, solo quería indicaciones... gracias pero no gracias por detenerme.
Suspiró tristemente, dejando de lado el hecho de estrellar su cabeza contra el poste, para simplemente seguir caminando. Necesitaba estar solo, no quería que nada ni nadie viniera a darle sus "condolencias" ¿creen que así se solucionará todo? ¿qué el volverá a la vida? ¿que seguirá estando junto a él? ¿que aquella discusión no hubiese pasado? De tan solo seguir pensando se sentía peor.
Al llegar a casa, saludo a su pequeño canino, para después dirigirse hacia su habitación, y encerrarse, con su pequeño animalito, era la única compañía que quería.
Se cambió de vestimenta por algo flojo y se tiró en la cama, dejando su celular de lado, que parecía que entraban algunos mensajes, y creía que eran por parte de la familia de él, porque, ¿sus amigos? no creo que tengan intención de consolarlo.
Abrazó a su perrito quien parecía llorar un poco por la actitud de de él mismo, así que se acurrucó, para después de dar muchas vueltas por su mente, caer dormido.
🧚🏻
Sentía su cuerpo muy liviano, como si estuviera flotando... pero no lo estaba, sentía sus pies sobre el suelo.Abrió poco a poco sus ojos, viendo que todo estaba en blanco, parecía no tener fin alguno.
Comenzó a gritar por sí alguien le escuchaba, corría por todos los lados para ver si había alguna salida, pero no parecía haber.
Se estaba comenzando a desesperar, ¿donde mierda estaba? ¿alguien lo había raptado?Iba a gritar por milésima vez, hasta que oye una voz... esa voz.
Se queda estático en su lugar, sintiendo su corazón acelerarse cada vez más.
—¿Taehyung?...— susurró, sin moverse de su lugar.
¿En serio era él?... ¿acaso esto es un sueño? ¿una broma acaso?
—Conejito...— dijo, con una gran sonrisa, aunque Jeon no lo veía, podría decir que estaba sonriendo.
Apretó fuertemente sus puños, girándose lentamente hacia donde estaba él, para después comenzar a levantar su mirada hacia su rostro.
Era él... claro que lo era...
—Lamentó haber hecho eso, cariño, pero creía que mostraría cuánto es que te amo.— sonrió.
Su sonrisa... cuánto es que extrañaba esa sonrisa.
—Y-yo...— sintió un gran nudo en su garganta, que lo único que pudo hacer fue correr hacia a él.
—Lo siento mucho, cariño... no me olvides.— susurró, para después desaparecer de ahí.
Jeon cayó al suelo, mirando desesperadamente hacia los lados, buscándolo, sentía sus mejillas sumamente mojadas.
—¡Kim!— gritó, tirándose en llanto ahí mismo.
Se comenzaba a sentirse asfixiado, respiraba irregularmente, para después caer al suelo.
Se levantó de golpe, sentándose en la cama, sintiendo sudor en todo su rostro.
Miró toda su habitación y a su perrito, que estaba a su lado, ladeando un poco y chillando.
"Mierda... fue todo un sueño..." susurró, sintiendo un nudo en la garganta, aferrando sus piernas contra su pecho mientras se abrazaba estas.
—Taehyung... te extraño...— susurró entre lágrimas.
"Yo también te extraño, conejito"