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Se conocían desde que ambos iniciaron la preparatoria, pero no importaba si eran amigos desde la gran mayor parte de sus vidas, Jay nunca supo descifrar lo que el menor planeaba.

Jungwon era un curioso enigma, pues nunca fue bueno ocultando cosas, pero cuando se trataba de mantener algo callado como un plan era el hombre más discreto del mundo.

Así que no supo qué debía esperar en el coche hasta que la hora pasara y entonces Jungwon saliera del restaurante con un abrigo puesto que le cubría hasta las rodillas porque había estado haciendo bastante frío en esa noche, probablemente porque llovería muy pronto. El menor rodeó el coche y abrió la puerta de copiloto para entrar y soltar un suspiro aliviado por el calor del auto que lo envolvió, Jay lo miró un segundo antes de encender el motor y mover la palanca con tal de comenzar a moverse. Yang no le dijo más que pedirle que se dirigiera a su departamento y Jay tampoco preguntó más, solo se dedicó a conducir por las calles en completo silencio, con miles de dudas en su cabeza por saber qué estaba pensando hacer.

Jungwon siempre fue impredecible, de alguna u otra manera lograba tomarlo desprevenido, y esa vez no fue la excepción.

No estaba pensando en nada cuando abrió la puerta de su departamento y dejó que Jungwon entrara, solo lo miró quitarse su abrigo para ponerlo en el perchero como si esa no fuera la segunda vez que entraba en el lugar. Tampoco pudo pensar en nada cuando estaba por quitarse su propia chaqueta y fue interrumpido por la manera brusca del menor en agarrarlo del cuello de su ropa para acercarlo a su cuerpo, reclamando su boca. Fue tan sorpresivo que no respondió hasta que sintió una lengua lamer su labio, por lo que terminó aceptando el beso al colocar las manos en las caderas ajenas, dejando que Jungwon terminara de quitar su abrigo de los hombros sin dejar de devorarle la boca. Ni siquiera era un beso calmado, no comenzó tranquilo y se volvió todavía más duro cuando el mayor participó.

Jungwon retrocedió a pasos lentos, controlando el beso porque al parecer Jay no quería pelear ese poder, solo dejándose llevar. Se dejó llevar también cuando lograron alcanzar el sofá y se separaron en cuanto ambos cayeron bruscos contra el mueble acolchado. El mayor observó el rostro de Yang; tenía la cara roja, las cejas fruncidas y los labios abiertos que dejaban escapar aire. Estaba agitado, al igual que él, pero Jay se encontraba más desconcentrado que nada. No esperó a que lo volviera a besar, cuando fue a buscarlo al restaurante fue para hacer las paces y tratar de olvidar lo que sucedió, no creyó que Jungwon quisiera hacerlo otra vez por la forma en la que había actuado. Estaba tan confundido en ese momento.

- ¿Por qué fue eso?

Jungwon se encogió de hombros, acomodándose en el sofá todavía muy cerca de él. Miró los ojos del mayor antes de bajar a la carnosa boca, respondiendo: - Quería probar algo... - sin dejar de mirar la forma en que los labios ajenos se apretaban contra sí. Se habían sentido suaves, hidratados pero fuertes contra él, siempre amó la esponjosidad de los labios gorditos, como se amoldaba a la perfección con los suyos, tenía alguna especie de debilidad por ese tipo de bocas y ciertamente ese pequeño gusto se incrementa cuando se trataba de la boca de Jay.

Quería volver a besarlo.

- ¿Probar qué?

- Quería saber si me apartarías... tú... me besaste estando algo borracho y quería saber si fue por puro impulso del alcohol o fue porque querías hacerlo...

- Te dije que quise hacerlo.

- Y quería confirmarlo.

Jay lo miró en silencio un momento,
sintiéndose de repente un poco ofendido porque: - ¿Sigues creyendo que bromeaba? ¿De verdad crees que jugaría así contigo?

𝑰𝑵 【ଓ】 ʲᵃʸʷᵒⁿ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora