En otras vidas. Jk y tu.

Mey

Una pequeña niña envuelta por el cálido abrazo de su madre se sentía tan a salvo de cualquier miedo que la rodeaba, esto se sentía muy bien ambas posaron sus frentes contra la otra. En verdad se podía el amor que se tenían, pero no duraría mucho tiempo, la escena comenzó a hacerse borrosa tan borrosa hasta desaparecer. Era solo un sueño tonto sueño de algunos recuerdos que el inconsciente de esa niña que ya no era una niña sino una adolescente de 16 con una vida revuelta ¿A dónde se había ido esa pequeña niña que era feliz? Y ¿Dónde estaba esa madre amorosa que tanto la amaba? Se lo preguntaba todos los días mientras veía a su madre beber botella tras botella ¿en qué momento cambio tanto? A pesar de que su vida cambio y los colores que la rodeaban se volvieron solo grises aun había algo, no, alguien que la hacia sentir cerca del color purpura. Kim Taehyung mejor amigo de aquella adolescente Mey ambos iban a la escuela juntos y pasaban cada tarde en compañía del otro se conocían desde los 6 años para ellos la mitad de su vida. Ambos se sentían bien junto al otro ya que podían compartir el dolor de una vida muy difícil, Taehyung que a la edad de 8 años perdió a su madre ella era lo único ya que su padre murió cuando apenas era un bebe, cuando su madre falleció se quedó al cuidado de su tía Kim Hyun- mi. En cuanto a Mey su madre se metió con hombre ya casado con una familia estable, ella cambio su vida su país su mundo para complacer aquel hombre que le prometía día a día que dejaría a su esposa, pero al primer momento que se entero que Mey venia en camino se esfumo, dejándolas a las dos la deriva en un país que no conocían y no podían regresar.

Aquellos niños de apenas 6 años de edad sabían lo que era sufrir y no tener a nadie a quien acudir cuando se encontraban en un problema o simplemente tristes. Se aferraron uno al otro por eso su amistad seguía hasta hoy en día como el primero.

Una mañana normal para Mey era este hermoso día de otoño con las hojas amarillas en las calles, salió de casa con su uniforme para ir a la escuela lo que no sabia Mey era que su vida daría un vuelco descomunal. Al llegar a la escuela se encontró con una voz familiar.

- ¡Meymey! – el grito se escucho a lo amplio del patio escolar

- Tete – corrió abrazar a su mejor amigo, no lo había visto por dos largas semanas

- ¿Cómo estás? ¿ya te curaste de tu enfermedad? – tomo su brazo y ambos caminaron hacia adentro por los pasillos de la enorme escuela

- Si ya estoy mejor ...

La conversación fue interrumpida por el timbre, debían ir a sus salones Mey compartía algunas clases por Taehyung, pero la del día de hoy no.

-Debo irme rápido hoy tengo laboratorio y la profesora no tolera que lleguemos tarde, nos vemos mas tarde en literatura – le dio un pequeño beso en la mejilla y salió corriendo.

Para Mey las peores clases eran las de laboratorio, la profesora hablaba y solo hablaba durante largas horas que parecían eternas, lo único que pensaba en ese tiempo era estar en la clase de literatura con su mejor amigo. El timbre sonó quería salir corriendo lo más rápido posible, pero hacia el esfuerzo para contenerse solo tomaba sus cosas con lentitud y pereza, luego se dirigía a la puerta para finalmente salir de ahí y respirar.

Al llegar al salón de literatura se sentó junto a Taehyung se tiro al asiento como si hubiera corrido una maratón, pero la realidad era que esa profesora la estresaba completamente con solo oírla envidiaba a su mejor amigo él no tenía que soportar las largas horas de tortura en esa clase, entre todo eso miraba a Taehyung atento a la clase, Mey se preguntaba cómo podía verse tan bien siendo que apenas estaba curado el enfermaba tan repetidas veces por sus escasas defensas y su débil sistema inmunológico. Para Mey a pesar de lo delicado que era Taehyung el era el ser mas fuerte a sus ojos, de repente un nerviosismo repentino se apodero de ella Taehyung la había descubierto mirándolo como una tonta, quiso disimular y correr la mirada rápidamente a lo que Taehyung noto esto y sonrió el hablo tratando de hacerle creer a Mey que no había notado su mirada en él.