With Love, Regina (SwanQueen AU)

Capítulo 2.

-No... Sabía que estabas aquí.

Regina habló finalmente, con aquel tono mezclado con nerviosismo y sorpresa, aunque parecía querer recuperar la seriedad con la que había logrado pronunciar el nombre de la rubia segundos atrás.
De igual manera logró romper aquel incomodo silencio que se había formado entre ambas mujeres en aquel pasillo de ese reformado supermercado.

-Si, llegué esta tarde. Me quedaré en la casa de David y Mary Margaret.- Respondió la rubia sin apartar la mirada de la mujer frente a ella. Entonces se permitió ver los cambios que habían pasado por Regina a través de todos los años en los que no había estado en aquel pueblo.

Sus facciones lucían maduras, un evidente recordatorio de como los años habían pasado sobre ambas, su mirada era seria y la cicatriz encima de sus labios adornaba estos. Recuerdos de como la morena había obtenido esa marca permanente viajaron a la mente de Emma haciendo que nuevamente tuviera un montón de pensamientos del pasado invadiendo su cabeza.
Pero lo que más resaltaba en los cambios de Regina era su cabello cortado a la altura de los hombros.
Emma había mantenido en su mente la imagen de una joven Regina de cabello largo, tal parecía que era hora de actualizar aquella imagen de su cabeza.

-¿Te quedarás aquí? Quiero decir... ¿Aquí en Storybrooke?- Preguntó la morena, la sorpresa era visible en su rostro, y aquello estaba justificado. Nunca pensó que volvería a ver a Emma Swan en esa situación, en el pasillo del supermercado como si de un encuentro casual se tratase.

-Si, no es permanente, tal vez solo sea por unos meses. Pero... Supongo que me verás seguido por aquí. Me alegra verte, en serio. Ha pasado mucho tiempo.- Emma sintió la incomodidad del ambiente al finalizar aquella última frase, pero aún así se permitió mostrar una pequeña sonrisa con la esperanza de disipar aquella tensión que parecía empezar a formarse entre ambas.
Sin embargo aquella tensión no disminuyó.

-Si... Bueno, ya tengo que irme, es tarde. Henry debemos irnos. Bienvenida a Storybrooke... Supongo.- La morena se aproximó al pequeño niño que hasta entonces había estado de pie observando aquel encuentro mirando a ambas mujeres de forma confundida ansioso por poder pedir explicaciones.
Tomó al niño de la mano empezando su huida de aquel pasillo, dejando a Emma sola escuchando el sonido de sus tacones resonar contra el suelo recién encerado.

"Mamá, ¿Quién es ella?" Escuchó Emma decir al niño, pero no pudo alcanzar a escuchar lo que Regina había contestado a aquella respuesta. Algo le decía que posiblemente no sería la respuesta que ella hubiera querido. Aún conocía lo suficiente a Regina como para saber que muy posiblemente evitaría aquella pregunta.

Al parecer no todo había permanecido igual como lo había supuesto en un principio.
El pueblo había cambiado, y con el Regina lo había hecho también.
Aquella fría y dura expresión seria era algo nuevo en ella, su corte de cabello, su costosa ropa formal.
¿Por qué una parte de ella había pensado que todo sería exactamente igual?
Su subconscientemente le llamó "tonta" un par de veces durante todo el camino de vuelta a casa de su hermano y su cuñada.

Todo era nuevo en aquella morena. Incluyendo aquel pequeño niño llamándole "mamá".
Definitivamente Mary Margaret y David tenían que ponerle al día.

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-Has estado callada. ¿Estás bien?

Emma apartó la mirada de las verduras que estaba cortando apenas escuchó la voz de su cuñada.

-Estuviste callada en la cena, pensamos que tendrías muchas cosas que contarnos de New York. Ya sabes, siempre tienes algo que contar de la gran ciudad.- Agregó su hermano David.
Aquel hombre alto al que llamaba hermano le había estrechado en sus brazos apenas le había visto, diciéndole cuando le había extrañado. Ahora estaba cuestionando su repentina y extraña seriedad.