La Nube Amarilla

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Rubí

La lluvia se desliza por mi rostro mientras camino hacia el metro. Desde fuera de la estación es posible darse cuenta de que está llenísimo y que existen cero posibilidades de que pueda agarrar un asiento, así que intento darme fuerzas para soportar otro día pegada al cuerpo de otras personas como si fuera una sardina. Bajo las escaleras lo más rápido que puedo para estar lo antes posible bajo techo porque estoy segura de que si paso un minuto más bajo la lluvia, probablemente mañana amanezca con neumonía.

Paso la tarjeta del metro por el lector del torniquete y suelto un suspiro de alivio cuando veo que me alcanza el saldo para pasar. Se ha vuelto usual llegar aquí y darme cuenta de que olvidé cargar la tarjeta, así que le agradezco al cielo que al menos hoy eso no haya pasado.

Para mi suerte, la gran masa de gente se concentra en la dirección contraria, así que si todo sale bien no tendré irme tan apretada. Quizá hasta logre conseguir un asiento, aunque en verdad lo que más me alivia es saber que no voy a tener que estar pegada al cuerpo de un hombre... he tenido muy malas experiencias en hora punta.

Efectivamente el metro está relativamente desocupado cuando logro subirme. No hay asientos disponibles en el vagón, pero al menos hay espacio suficiente como para poder sentarme en el suelo sin molestar a nadie, así que eso es lo que hago. Me pongo audífonos y pongo el reproductor de música en aleatorio. La primera canción que se reproduce es interrumpida por una notificación que me hace rodar los ojos.

"Nota de audio de Miguel".

"Rubí, por favor, déjame explicarte. ¿Podemos juntarnos? Te juro que no es lo que parece, fue solo una vez y sé que me equivoqué. Yo te amo, Rubí. Si me das otra oportunidad te prometo que me portaré bien y que después..."

Dejo de escuchar el audio y vuelvo a concentrarme en la música. Hace dos semanas encontré a Miguel besándose con otra. Me sentí como una estúpida, pero con el pasar de los días comprendí que en verdad lo que más me dolió fue mi ego, porque hace mucho tiempo que las cosas entre nosotros ya no estaban funcionando y mi "amor" por él había desaparecido. Desde entonces no ha parado de llamarme y mandarme mensajes para que volvamos.

Quizá debería hacerle caso a mi hermana y bloquearlo.

Cierro los ojos por unos momentos para disfrutar de la música y vuelvo a abrirlos cuando el metro se detiene en la siguiente estación. Un par de personas se bajan y cuando me estiro un poco me doy cuenta de que ahora hay un par de asientos desocupados. Me preparo para levantarme y tomar algún asiento cuando me fijo en una chica que acaba de subir. Al verla calculo que debe tener mi edad, o un par de años menos. Está vestida con un cortavientos amarillo, un pantalón negro holgado y unos botines del mismo color. La mascarilla que utiliza combina con su cortavientos y me deja ver una porción muy mezquina de su rostro, pero lo poco que veo es suficiente para quedarme donde estoy y olvidarme de la comodidad que podría entregarme un asiento acolchado. Su pelo ondulado está recogido en una coleta, exceptuando dos mechones de pelo que caen a cada extremo de su rostro. Parece distraída cuando sube. Mira hacia el interior del vagón como si estuviese decidiendo si sentarse en el suelo o buscar un asiento. Duda por un momento, pero finalmente termina sentándose a un lado de la puerta, justo en frente de mí. Apoya su cabeza en la pared del vagón y abraza sus piernas, atrayéndolas hacia su torso con ayuda de sus brazos, dejando su mochila entremedio de sus piernas.

Sacudo mi cabeza cuando me doy cuenta de que he estado mirándola demasiado y que probablemente ya debe haberlo notado, aunque en todo este rato no ha mirado hacia mi dirección. No entiendo qué es lo que me pasa, no me sorprende que me haya llamado la atención porque ya hace un par de años que me di cuenta de que soy bisexual, pero nunca había mirado a alguien, ni hombre ni mujer, por tanto tiempo sin aburrirme. Me siento tan atraída a ella que hasta creo sentir su aroma, aunque eso es poco probable porque no está tan cerca de mí y porque además tengo una mascarilla puesta. Pero ahí está, es un aroma cítrico.

La Nube Amarilla - Rubirena (OneShot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora