Conquista tus miedos.
Es difícil, ¿no? Hablar de ello.
Lo sé, sé que lo estás pensando ahora mismo.
Sé cuánto te asusta, y que te hace estremecer de los nervios.
A mí también me hace sentir mal.
Por las noches, incluso en los días, está presente.
Buscando el momento para salir y atacar.
Lo sé, es difícil.
Tan frustrante que mis lágrimas a veces caen por mi cara, por mi cuello, por mis manos.
Pero...
Siempre hay un pero.
Hay cosas que pueden aterrarnos aún más.
¿Algo cómo qué?
El miedo al miedo.
¿Que acapare todo tu camino hasta morir no te aterra más que tratar de vencerlo?
Te impide vivir en paz.
Te impide amar con tranquilidad.
Te impide actuar con seguridad.
Te impide demostrar tu valor, tus principios, tus ideales.
¡No te permite sacar tu luz!
¿Jamás pensaste en eso? ¿En cómo una sensación puede quitarte momentos en tu vida?
¿Si? ¿No?
Veámoslo desde un punto de vista más racional.
El miedo es un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea.
En pocas palabras, es una reacción de desconfianza por algo que podría pasar.
Pero...
Hasta que no haces ese "algo", no vas a tener una respuesta definitiva.
¿Qué significa ese "algo" en mi vida?
¿Qué es? ¿Quién es? ¿Cómo es?
¿Yo puedo hacerle frente?
Para esas preguntas, hay una respuesta.
Esa respuesta solo llega a través de una búsqueda interna.
Con tu corazón y con tu mente, siendo sincera o sincero contigo.
Y si tu respuesta es no, pregúntate ¿Por qué no? ¿Por qué sería esa inseguridad más fuerte que mi voluntad?
Si yo tengo fuerzas para vivir mi día a día ¿por qué un miedo tendría que controlarme?
¿Será que no intentarlo porque no quiero fracasar?
Analiza profundamente. A veces toma un buen tiempo.
A veces solo 5 minutos.
Pero lo importante es que en la vida te vas a caer muchas veces, ¿quién estuvo en la cima todo su transcurso en esta Tierra? ¡nadie!
Muchas personas que llegaron sin esfuerzo a esa cima, sí.
Pero jamás hubieron personas que se quedaron en la cima sin voluntad para volver a escalar si caían hacia el oscuro fondo otra vez.
Tú siempre vas a valer lo mismo, pero tus ganas de batallar no. Así que trabaja en ello, sé cuanto cuesta, pero hazlo. La vida se basa en eso, caer y retomar. Caer y retomar.
Abriéndote es la única manera de conocerte. No te asustes al caer y abrir miles de heridas. No te asustes al abrir una vieja cicatriz.
Todo vuelve a sanar.
No te menosprecies, haz lo que esté a tu alcance, de a poco las cosas mejoran.
Esa hermosa luz que tienes no debe asustarse nunca más. Si la sueltas, te va a llevar a lugares inciertos ¡porque así es la vida!
Además, nadie sabe si hay una vida después de ésta.
¿Tú lo sabes? No.
Yo tampoco.
Entonces dejemos volar nuestro sentir hacia donde la queramos llevar, hacia donde el viento nos guíe.
Y si tu luz es atrapada por el miedo, respira.
Siente como recorre tu cuerpo. Tensión, latidos fuertes, nervios, sudor.
Es una sensación, una conmoción. Y tienes que sentirla, para aprender a llevarla de una manera sana.
Pero cuando sientes ese terror que te paraliza. Cuando te encuentras frente eso que te asusta: ¿realmente está pasando algo además de ese fuego interno?
Analiza.
¿Te da miedo la respuesta externa?
...
¿No te asusta más no soltar tu miedo?
No decir lo que piensas por el que dirán, te hiere.
La otra persona jamás va a saber que piensas realmente.
Jamás vas a saber la verdadera reacción de esa persona.
Vas a mentirle, y vas a mentirte a ti mismo.
Vas a vivir engañandote, menospreciandote.
No hacer lo que deseas por el miedo a que salga mal, te hace perder la oportunidad.
No hacer lo que deseas por miedo te hace quedar en tu zona de confort.
Esa zona se va a hacer cada vez más pequeña si no das la cara contra el piso hasta aprender.
Sal de esa zona de comodidad, es la única que va a poner en peligro el resto de tu vida, al atarte ante cada momento de tensión.
Si la oportunidad está, ¡aprovéchala!
¡Estas vivo ahora mismo! ¿Qué esperas?
Tengo fé en ti.
Sé que como yo pude, tu también.
Vive hoy, dilo cuanto antes, hazlo si quieres y puedes. ¡Intenta de otra forma si no puedes!
Pero no te quedes de brazos cruzados.
No te rindas ante el miedo.
Al fin y al cabo, solo somos nosotros.
Viviendo nuestra vida.
No respires, VIVE DE VERDAD.
Nuestra tortura se debe a nosotros.
Pero nuestro goce también.
Nuestras posibilidades, vivencias, aprendizajes, sentimientos, son nuestras.
De nadie más.
¿Quién eres ahora mismo?
¿Cómo quieres vivir?
¿Quién quieres ser?
