Capitulo 1

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La valla sigue ahi, me habia hecho a la idea de que no habia sido verdad, todo me parecia tan irreal.

Alta, blanca, infranqueable.Un día antes todos habíamos hecho un paseo y yo me separé del grupo, sin saber como acabe en este mismo sitio, en frente de la valla que veo ahora mismo, sintiendo las mismas dudas que corren ahora en mi interior. Ellos dicen que somos los últimos, nunca hemos intentado ver si era cierto, ahora no lo tengo tan claro. Nos cuentan que trataron de protegernos de lo que había fuera, que ellos no están con nosotros pero que volverán. Cuando cumplimos diez años nos dieron un discurso sobre losriesgos de desovedecerles y de salir cuando ellos no lo saben, justo como yo estoy ahora. La valla no parece muy efectiva, si me esforzara, la podría saltar. Se siente bien estando aquí sin horarios, sé que pronto será la hora de cenar, de nuevo las pantallas se encenderan y los veremos comiendo con nosotros para que sintamos que están cerca aunque solo son imágenes y todos lo sabemos. No se si contarles a los demás que intentan mantenernos aquí encerrados, no se como se lo tomarían.

Decido no esperar más, no es bueno levantar sospechas sigo sin estar segura de querer compartir esto con ellos. Nunca hemos tenido secretos, no los necesitábamos.

La casa no ha cambiado, solo yo la veo diferente, yo estoy diferente, antes me parecía perfectamente normal, las blancas paredes, sin ventanas ni balcones y solo una puerta. Ahora todo en ella me parece frío y calculador, la unica luz que alumbra en el exterior sosa y solitaria. Parece que quisieran mantenernos a todos dentro, he leído sobre otros tipos de casas, con muchas ventanas y jardines, puertas scretas y colores, cuando pregunté por ello su respuesta fue que a ellos nunca les gustaron las ventanas ni la curiosidad, apartir de ese día me prohibieron hacerles preguntas, todos los demás siguieron preguntando sin parar y yo me quedé sola reconcomiendome con las preguntas sin respuesta que rondan por mi cabeza desde ese día.

La puerta me espera abierta como siempre, no hay nadie fuera, la valla no les deja entrar. O tal vez está ahí para no dejarnos salir. Dentro todos están sentados en los sitios asignados, diez en total, cinco chicos y cinco chicas, todos distintos pero a la vez iguales, sin emociones en los ojos, ellos no tienen dudas sobre porque estamos aquí,yo siempre he destacado, a la única que castigaban y mandaban callar, la única que intentaba escaquearse de las excursiones semanales al monte, siempre por el mismo camino sin incidentes ni nada memorable, una vez Hayden se cayó pero solo una vez.

Yo me siento entre Jack y Hayden, cinco personas a cada lado de la mesa tres varones y dos chicas en uno y cambiados en el otro, ellos presiden la mesa.

Como lo más rápido posible sin particcipar en la conversación que no ha cambiado desde que estamos aqui. "¿Qué tal os lo pasais en las escursiones?" "Muy bien gracias, ayer vimos un petirrojo arranes no lo habíamos visto desde elaño pasado" "Deliciosa anécdota" Puaj no podían sonar más falsos. Nunca se preocupaban si yo no hablaba notaban que era diferente y no me creía todas las historias que ahora sabía que tenía grandes lagunas.

En cuanto acaberecogí mi plato dige buenas noches aunque nadie lo notó. Sal´´i por la puerta hacia la oscuridad y el miedo que me causaba lo que hubiera fuera. Volvía sentarme frente a la valla, más allá solo había árboles mecidos por el viento que parecían bailar al son de una música exótica y distinta para mi. No sé si lo decidí entonces o la idea ya rondaba por mi cabeza desde hacia tiempo.

Debia escapar.

Escaparia de noche y averiguaría porque los intentaban mantener dentro. No se lo diré a nadie porque me intentarán parar, no los echaré de menos ninguno es como yo.

LA VALLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora