Pensamientos Confusos 𝘿𝙧𝙖𝙈𝙞

Confuso.

—Capítulo único-

Abrió con lentitud sus ojos hallando el techo en plena oscuridad, respiró sin la intención de moverse ni un centímetro al darse cuenta que aún es de noche, debería estar durmiendo. Suspiro un poco cansado y con la mente confusa, al instante bajó la mirada cuando su pecho peso al haber inhalo el aire, de inmediato vio unos cabellos rubios subir y bajar al compás de su respiración, la esencia a limón le golpeo con suavidad abrumándole un poco por el aroma reconocido, aún sosegado por el reciente despertar intento analizar quién demonios está dormido sobre él.

—Hey – habló aún con los párpados pesados, la persona se removió incómoda por el sonido y se acomodó de mejor manera dejando a la vista su rostro, su dulce y tranquilo rostro.

Draken pareció despertar de inmediato, sus orbes se expandieron y la mueca de disgusto se deshizo, en cambio fue sustituida por una pequeña sonrisa —Mikey – murmuro al saber que el chico está descansando, se maldijo cuando recordó que intento despertarlo —Mierda… ¿Ayer llegue con Mikey a casa o él se coló? – pensó intentando recordar, la tarde anterior fue a beber con Baji y Mitsuya, no recuerda a Mikey en todo el día, de hecho, Mikey lo estuvo esquivando de una forma poco casual, simplemente huía de él y por esa razón fue a desahogarse con sus amigos.

Extrañado se movió un poco intentando que el más pequeño no despertara, lo acomodo a su costado, dejó que Mikey usará la superficie posterior de su brazo como almohada y le abrazara por la cintura. El rostro del Ryūguji casi rosaba el ajeno, Draken podía sentir la respiración tranquila de Mikey golpear contra la propia y como sus juguetonas e inquietas piernas se aferraban a él con fuerza.

—Joder… Es muy lindo - Draken mordió su labio inferior al pensar que Mikey esa noche se veía extrañamente más adorable de lo normal, tal vez sean sus mejillas sonrojadas o la pequeña sonrisa pintada en sus labios, quién sabe, pero la ternura que es capaz de apreciar en el tranquilo rostro del rubio se cuela hasta sus huesos y le tranquiliza de una forma inexplicable.

Draken movió su mano con un cuidado exagerado sobre los cabellos del contrario, los hilos dorados están esparcidos a lo largo de su hombro, algunos llegan a acariciar su mentón causándole cosquillas, pero lejos de reír a carcajadas simplemente curva sus labios creando una pequeña sonrisa de satisfacción.

Mikey no es hermoso, ni siquiera se acercaba a lo lindo, pero de alguna forma siempre le ha parecido perfecto en cada aspecto, su apegó hacia Mikey era tan irracional que simplemente prefería ignorar las dudas en su cabeza y evitar cuestionarse la razón del por qué su pecho parece tener un infarto cada vez que el alocado y sin vergüenza Manjiro le abraza. Después de todo no es un chiquillo de primaria.

A pesar de sus alocadas emociones cuando están juntos, permanecer con Mikey es simplemente agradable, la pacífica sonrisa que la mayoría del tiempo suele mostrar y ese brillo que ilumina sus ojos parecen succionar los fragmentos de su insignificante alma cada vez que están a solas, como dos buenos amigos, el mundo parece desvanecerse al momento en el que Mikey le habla o simplemente camina a su lado en completo silencio.