fueron dos semanas llenas de lágrimas, dolor y sufrimiento. ya no quiero estar así, si tú seguiste adelante yo también puedo y tengo fe en eso.
ya ni siquiera llevas nuestras pulseras por lo que puedo suponer que para ti ya estoy en el olvido, yo aún llevo dos, las otras se me rompieron pero ahí siguen guardadas. tengo la tuya de tu apellido y la roja del corazón. espero que estés bien.