Miro distraídamente como de su dedo brotaba una gran cantidad de sangre, no sentía nada más allá de un ligero escozor que no llegó a preocuparle, sin embargo el ver que ahora parte de sus ingredientes estaban manchados con su propia sangre le hizo sentirse aún más frustrado y enojado de lo que ya se encontraba.
Giró ligeramente su cabeza para vislumbrar la otra parte del laboratorio donde Pettigrew seguía a una escasa distancia de su novio pidiéndole lo que parecían ser instrucciones para realizar la poción, Severus gruño por lo bajo ante la imagen, deseando con toda su alma acercarse al par de Gryffindor para alejar a esa sucia rata de su chico pero sabía que las consecuencias no serían nada favorables para él ya que si lo hacía no solo su novio se enojaría terriblemente, lo más seguro es que los otros dos merodeadores saldrían a la defensa del rechoncho mago y aquello terminaría en dejarlos a todos castigados, además claro de exponer públicamente su relación amorosa con uno de los integrantes de aquel icónico cuarteto.
Con un pase de varita se deshizo de todos los ingredientes que se habían arruinado dejando solo una mancha roja en su lugar, se levanto de su banco para dirigirse hacia el almacén de ingredientes haciéndole una muda seña de explicación a su jefe de casa que no le presto la más mínima importancia. Entró en el almacén cerrando la puerta tras de sí, una vez encerrado se dio el tiempo de ver su herida, maldijo por lo bajo al notar que el corte había sido realmente profundo y no paraba de sangrar.
— ¿Qué demonios te ha pasado?
Snape dio media vuelta reconociendo casi de inmediato aquella voz, su novio tenía el ceño fruncido por lo que él supuso era preocupación, los ojos almendrados que el Slytherin tanto adoraba se encontraban fijos en su herida sangrante. Remus hizo el amago de querer tomar su mano y él por reflejo retrocedió un paso evitando el tacto, la mirada del Gryffindor se llenó de lastima.
Severus suspiro antes de regalarle una sonrisa a su chico, dirigió su mano sana hasta la mejilla del león acariciándole y pidiendo una muda disculpa con aquel acto.
— Solo me he distraído mientras cortaba el Bazo de murciélago.
Remus pareció dudarlo unos segundos, sin embargo terminó por asentir mientras dejaba un corto beso en la palma de su mano.
—Tú nunca te distraes, Sev.
De inmediato el recuerdo de Pettigrew bastante cercano a Rem se le vino a la cabeza, bufó mientras su mano continuaba con sus caricias, esta vez en la desnuda piel del cuello de el Gryffindor.
— Es bastante fácil distraerse cuando Pettigrew estaba a la nada misma de subirse sobre ti.— mencionó malhumorado.
— Solo le explicaba como realizar la poción, amor.
— Eso lo sé, lo que no entiendo es por qué debe mantener tan poca distancia para escucharte.
El castaño rodo los ojos.
— Nunca te ha molestado cuando es James o Sirius.
— Es diferente, Potter y Black tienen una extraña necesidad de estar pegados a sus amigos, Pettigrew jamás a tenido este tipo de acercamientos y me parece bastante extraño que lo haga ahora y justamente contigo.— explicó.
Remus apartó bruscamente su mano mientras daba un paso atrás.
— Estas imaginando cosas, Snape.