•ℳ𝒾 𝓋𝒾𝒹𝒶, 𝓂𝒾 𝒸𝒾ℯ𝓁ℴ...•

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› pertenece al universo de "30 días no son nada" y "WhatsApp" y todo libro que se conecta con estos dos ‹

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•Argentina

»MexArg«

Se los dedico a esos lectores
que están desde el comienzo
de esta historia y los que se
unieron después.
Muchas gracias por todo ♡


+5000 palabras.
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« ¿te cuento una historia de amor? porque la que sé tiene años de antigüedad, yo descubrí el amor, lo viví en carne propia y fué así... »

A pocos años de que llegara uno de los grandes acontecimientos de la historia americana, cada país se preparaba para los próximos movimientos para su independencia, las ideas de libertad y dejar de ser parte de un reinado estaban elevándose como las burbujas del agua a punto de hervir. En las pocas reuniones entre los que pertenecían todavía a España (dentro del contexto de las guerras napoleónicas que ocurrían en ese momento), fué cuando se encontraron por primera vez en aquella gala.

Se hizo presencia un jóven caballero vestido con su uniforme elegante, su cabello castaño atado en una coleta baja con un listón rojo, esas botas sonando en cada paso y sus medallas reluciendo como él. El todavía llamado Nueva España miró maravillado al joven muchacho, su visión interesada por alguien que nunca había visto pero un fuerte palpito le decía que existía una conexión con él, parecidos en ideas y en orígenes. Sus pies se movieron solos como si tuvieran vida propia, sus pasos en dirección al recién llegado, entre disculpas y esquivando a los invitados por fin estuvo en frente del muchacho, aún sosteniendo esa expresión de impresión y maravilla ante su presencia.

Fué allí cuando ni siquiera supo de dónde salieron las palabras de su boca, pero habló teniendo su atención completamente.

— muy buenas noches, joven, os espero que estéis disfrutando de la velada—. Nueva España sonreía sutilmente, la mirada del muchacho era una de tonos celestes claros como las gotas de rocío y eso lo cautivó. —disculpe, seguro no me conoce pero soy Nueva España, a su servicio—. e hizo una reverencia ante él.

— e-encantado de conocerte—. su voz se oía tímida, Nueva España percibía su nerviosismo por lo que pensó en ser mucho más suave.

— ¿cuál es su nombre? nunca lo he visto antes—.

— y-yo... es que nunca he viajado hasta aquí antes, soy las Provincias Unidas del Río de la Plata—. respondió aquel joven, ese nombre era conocido, era el que fué Virreinato del Río de la Plata en algún tiempo hasta que escuchó la revolución que armó. Nueva España estaba impresionado aún más, estaba en frente de alguien que sacó a un virrey del mando para poner su propia junta de gobierno. —es un nombre largo, lo lamento—.

— descuide, podría llamarlo sólo... ¿Río de la Plata?—.

— si le parece mejor, está bien—. la pequeña sonrisa que mostró fue muy hermoso de ver para Nueva España, para ser alguien que ha hecho una revolución como esa, su apariencia era de alguien adorable y suave.

— ¿ha bailado antes?—. preguntó cuando los invitados se juntaban en pareja para bailar.

— no sé bailar, termino pisando los pies a mi pareja—. el sureño rió nervioso y seguidamente encogiéndose de hombros, estaba incómodo allí y Nueva España lo veía.

Mi vida, mi cielo... ; MexArgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora