DULCE MENTIRA

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              Capitulo 1: La junta.

Legna devson.

-  Sabes, estoy empezando a creer que actúas mas raro de lo normal. - mi mejor amigo Ricky dijo mientras estábamos en el trabajo.

Si, trabajamos juntos. Trabajamos en una empresa, soy economista y el secretario. Logramos trabajar juntos por carta de recomendación que le dieron al jefe de aquí. El jefe, un empresario millonario con el cabello castaño con sus ojos verdes, sin contar que la empresa se la heredo su padre ya que el tiene 23 años, el empresario Issac Henderson.

A sus 23 años ya tiene todo lo que cualquiera quisiera tener.

-Es porque no alcance a hacer el trabajo que me dejo ayer. - suspire pesadamente.

-oh cállate, Legna- negaba con la cabeza divertido y me entrego una carpeta. - lo hice por ti, anda maldita gorrona. - se burlaba.

- Dios, te debo una Ricky- sonreí con dulzura a mi mejor amigo, hasta que los empleados empezaron a murmurar, eso significaba solo una cosa: el jefe llego.

-Legna- dijo Isaac mientras pasaba por nosotros- espero tengas el informa de estados de bancos. -dijo con su tono despreocupado.

-Si señor.

Gracias a dios Ricky es tan metiche que deje mi carpeta de los bancos y hizo el informe por mí, metiche, pero buen metiche.

-genial- se limito a contestar mientras el entraba a su oficina.

El no es el tipo que trata mal a los empleados ni que va con formalidades, pero tampoco es amistoso. El es un tipo de jefe que no le gusta relacionarse con la gente.

- ¿Quién diría que tu andes de metiche me salvaría el pellejo?- suspire dejando Salir los nervios que había ocultado cuando el se me acerco, aunque el no fuera ni un buen jefe, tampoco malo, me daba nervios su mirada calculadora, si, el es un jodido genio que se graduó de Oxford, que envidia la que le tengo.

-así me quieres maldita idiota-
murmuro para que un supervisor no lo escuchara.

-bueno, te dejo- hice una pequeña mueca de molestia. - tengo que ir a trabajar con el jefe- me despedí para ir donde el ya que mi oficina estaba cerca de la suya.

Sin duda ganaba bien, aunque este trabajo me cansa demasiado vale la pena.

-Legna- me llamaba mientras aparecía con unos papeles en sus manos, debo admitir que el traje que el traía le hacia ver mas atractivo, un saco negro con una playera blanca junto con una corbata negra.

¿Cómo es que sigue soltero?

- ¿sí señor? - inquirí mientras le daba el trabajo.

- hoy tendremos una junta con los inversionistas y proveedores, necesito que estés ahí-dijo mientras examinaba el trabajo. - eres la única de aquí que habla inglés británico a la perfección y los demás podrían confundir el idioma.

- está bien señor.

- te he dicho que solo me llames Isaac- sonrió de lado- este trabajo no lo hiciste tu.

Odiaba que el supiera detectar mi forma de hacer el trabajo. Ahora tengo miedo de que me despidan de mi único trabajo.

-lo que pasa es que ayer tuve muchas vueltas por problemas que tuve con la mudanza de mi casa.- confesé con miedo a que me despidiera.

-no te preocupes, me doy cuenta que no es tu trabajo por la forma en la que esta escrito- soltó una pequeña risa.

-muchas gracias…Isaac- tome el trabajo- ¿A que hora es la junta de los inversionistas?