VI.I : Taeil.

668 81 57
                                    

Doyoung hundió más su rostro en la gran bufanda azul, su nariz estaba roja y sus labios temblaban levemente, el invierno había llegado a Seúl por lo que el castaño procuraba estar muy abrigado al salir, desde luego no quería atrapar un resfriado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Doyoung hundió más su rostro en la gran bufanda azul, su nariz estaba roja y sus labios temblaban levemente, el invierno había llegado a Seúl por lo que el castaño procuraba estar muy abrigado al salir, desde luego no quería atrapar un resfriado.

Justamente se encontraba saliendo de su trabajo, era algo tarde pues hoy le tocó hacer horas extras ya que uno de sus compañeros enfermó, no le gustaba trabajar de más pero esas horas irían a su sueldo, no podía quejarse, dinero es dinero y desde luego que no iba a desaprovechar la oportunidad.

Doyoung suspiró y decidió acelerar un poco el paso, las calles de esa zona estaban mal alumbradas, apenas y era visible su sombra entre tanta oscuridad, aquello le animó a caminar más rápido mientras rezaba internamente para que no le saliera algún delincuente, de repente se arrepentía de haber salido tan tarde.
El ambiente era silencioso y eso en vez de tranquilizarlo le asustaba más, podía escuchar claramente el estruendo de sus zapatos al impactar contra el frío y húmedo concreto de las calles, el sonido de los perros ladrando y uno que otro ruido que no identificaba con facilidad.

Quería llegar a casa lo antes posible, recostarse en el sofá junto a Jungwoo y contarse sobre su día mientras pretendían que prestaban atención a la televisión, era la rutina de lunes a viernes y Doyoung no podía estar más encantado con ello, especialmente cuando su bonito novio le recibía con tanto entusiasmo después de un agotador día. Su celular empezó a sonar de repente, y cuidando de que no hubiera ningún potencial ladrón merodeando decidió sacarlo de su bolsillo, contestó inmediatamente al notar el 'Novio ♡' en la pantalla.

"¿Woonie, sucedió algo?"

"Te extraño, hyung. Tardas mucho en llegar, además es tarde y eso me preocupa" Doyoung ya se imaginaba el tierno puchero adornando el rostro de Jungwoo, podía decir sin pensarlo que su corazón se sentía cálido ante la imagen mental, ¿como alguien podía ser tan lindo? Era un peligro constante a su salud.

Sonrió, enternecido por las palabras de su novio "No me falta mucho para llegar, príncipe" le respondió el mayor, esta vez caminando con más entusiasmo hacia su hogar, ciertamente le quedaban unas cuantas cuadras para llegar "Deja de preocuparte tanto, ¿si? Ya he hecho horas extras antes, y aunque las calles son un poco solitarias a estas horas, nunca me ha pasado algo" era cierto, Doyoung llevaba viviendo en esa zona desde hace 3 años, cuando se mudó con Jungwoo, haciendo el mismo recorrido incluso en la madrugada y nunca le han robado o algo así. Quizás estaba siendo muy confiado, pero también quería tranquilizar a Jungwoo.

"Eso no me calma para nada, los callejones oscuros dan miedo en la noche y son peligrosos"

Doyoung soltó una suave risita "prometo tener cuidado y llegar a salvo, por mientras ve buscando alguna película para ver, estaré contigo en unos minutos ¿si?"

Tóxico | DowooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora