Cap 4

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Wei Wuxian quería aprovechar al máximo los tres días libres que tenía antes de entrar en el castigo, aprovechar que el gruñón Lan Qiren no daría clases.

Varias ideas llegaban a su mente de lo que podría hacer, desde cazar algunas aves en los bosques montañosos del Clan Lan o hasta ir por jarrones de La Sonrisa del Emperador a la ciudad Caiyi e invitar a los demás a pasar los tres días juntos.

Finalmente decidió pasar un día cazando y los otros dos días bebiendo como si no hubiera un mañana.

Saliendo fuera de los límites de Descanso de la Nube llevo arco y flecha en su espalda, paseando y llendo sin rumbo. Salió de los caminos para encontrar algo que valiera la pena cazar.

Se quedaba quieto por momentos, esperando a poder captar algo, después de largos momentos de espera al fin logro encontrar dos pájaros.

Aquellas aves estaban calmadas recogiendo ramas y hojas para su nido, Wei Wuxian en cambio se sentía contento de su búsqueda, una búsqueda bastante larga a su parecer.

>>He buscado medio día para encontrar algo, pareciera que ni los animales quieren estar cerca de Descanso de la Nube<<

Tomo su arco y dos flechas, una para cada objetivo, cuidadosamente y controlando sus movimientos para no hacer ruido.

Colocando ambas flechas en el arco hasta que la cuerda se tensara lo suficiente, había hecho este tipo de cosas antes si que estaba confiado en si mismo.

Con las dos flechas disparadas, dió en sus objetivos.

-- ¡Siii! ... Uff, ustedes dos ni de broma iban a escapar -- Dijo emocionado, recogiendo a ambas presas del suelo.

Con una enorme sonrisa en su rostro saco las flechas de los cuerpos inertes, los cuales cargo por encima de su hombro.

. . .

Después de unas horas, Wei Ying estaba regresando de la ciudad Caiyi, dónde fue a que algún vendedor le hiciera el favor de cocinarlos.

La noche amenazaba con llegar, un día normal para Wei Ying quien despreocupado y orgulloso se dispuso a buscar a su hermano cuando llegó a los límites de Descanso de la Nube.

- ¡Jiang Cheng! Ven, ven, que tengo algo que podría gustarte -- Dijo cuando al fin vio al susodicho esperando en la entrada de la secta.

-- ¡Wei Ying ¿Que no sabes cuánto tiempo te he estado buscando?! -- Casi en un grito tomo de las tunicas, quien casi tiraba la caja de madera que llevaba encima.

-- Oye con cuidado... No querrás tirar nuestra cena -- Wei Wuxian le dió una sonrisa burlona a Jiang Cheng, quien todavía no creía lo que acababa de escuchar.

-- Así es... Esta noche nos la pasaremos como nunca. Así que corre, corre, ve a hablar a los demás mientras yo me encargo de esconder esto. -- Jiang Cheng rodó los ojos cuando vio que el de Tunicas negras levantaba dos jarrones de la Sonrisa del Emperador.

-- Solo te digo que si algo malo pasa te daré toda la culpa -- Jiang Cheng se fue del lugar, olvidando lo que estuvo a punto de reclamar.

-- ¡Admítelo, me extrañaste y te encanta que venga con esto! -- Wei Ying en un grito alzó las jarras y las cajas de madera que contenían aquellas aves ya cocinadas.

Jamás tienes suficiente (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora