Una sola prueba. Una estúpida prueba de género que se les hace a cada niño en la misma escuela para determinar su género secundario. La misma estúpida prueba que determino su destino, una simple información que prefería no haber sabido nunca. una in...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una sola prueba. Una estúpida prueba de género que se les hace a cada niño en la misma escuela para determinar su género secundario. La misma estúpida prueba que determino su destino, una simple información que prefería no haber sabido nunca. una información sobre él que lo pondría en constante peligro.
A los diez años se les consideraba lo suficientemente mayores como para dar la charla sobre el sexo relacionado con su género. Cuando toda la clase bromeaba respecto a ello, afirmando que todos serían alfas, y que ninguno seria omega. Excepto uno, Izuku dijo que quería ser beta, solo por el hecho de que su héroe favorito, All Might, era un beta. Nunca nadie se esperó ver el brillo en los ojos esmeralda desaparecer. Esfumándose.
Omega
Una simple palabra que cambió la vida de Izuku al momento, todo se le complicaría, todo iban a ser obstáculos, y para colmo, era un sin quirk con el estúpido sueño de llegar a ser un héroe.
__________________________________________
Con catorce años, y aun sabiendo cuál era su género secundario, el peliverde mantuvo la esperanza de llegar a ser un héroe. Aún más cuando el mismísimo All Might se ofreció a entrenarle para darle su particularidad. Su única oportunidad para llegar a ser héroe.
El problema no fue por sus duros entrenamientos, el problema estuvo en su primer celo. Unos meses después de empezar su entrenamiento, casi a la mitad de sus catorce años, su aroma se presentó y con ello su celo. No dudó en asumir los riesgos de inyectarse el inhibidor y suprimir su instinto animal, aun así, su cuerpo acalorado no se calmaba y tenía que mantener mucha atención en esas fechas para que su propio cuerpo no le traicionara. Fue ahí cuando empezó a usar camisas que taparan su cuello y, por ende, el collar anti-marca que su madre le dio.
El entrar a UA fue maravilloso, se autoproclamó beta, siendo Kacchan el único que sabía la verdad, porque por alguna razón, el rubio podía captar levemente sus feromonas cuando, por su celo, se salían de control. Aun así, nunca le dijo directamente que era un omega. solo con sus miradas eran suficientes para hablar entre ellos. Katsuki lo fulminaba e Izuku se cohibía.
Fue como si hubiera eliminado esa parte de él. Solo sus profesores sabían de ello para estar preparados por si ocurría algún incidente, algo que no iba a dejar pasar, él se encargaría de ello responsablemente. Y lograría ser un héroe. El mejor de todos.
El problema inició cuando se construyeron las residencias de UA, no solo eso, sino que también tenían que vivir ahí. Como él sabía, un omega no puede mudarse a un lugar donde no está un poco de su aroma para sentirse seguro. Y fue como si a sus profesores se les hubiera olvidado esa parte de él. Porque a las chicas si las ayudaron. Dejándolo a él al margen de todo. Los primeros días apenas pudo dormir.
La cosa explosionó cuando su celo llegó, y esta vez no es como si pudiera quedarse en casa, esta vez, todos vivían juntos. Y por alguna estúpida razón, su cuerpo había rechazado completamente el inhibidor. Por suerte, nadie lo descubrió.
