Let's Play ~Kookv~ +18

Dos

¡Pum!

El sonido ejercido por la fuerza con la que el maletero del Tesla fue cerrado hizo que Tae pegara un brinco de la sorpresa, joder, tenía que terminar de quitar sus pantalones rápido si quería que Kook no lo regañara.

Aunque pensándolo bien... una de las cosas que más ama en la vida es molestarlo y colmarle la paciencia, es divertido, un juego del que nunca se cansará, ver ese ceño fruncido a causa suya lo excita mucho, su respiración, la forma en que ve sus hombros tensarse junto a sus orbes oscurecerse.

Le gusta saber que no le va a temblar la mano para tocar y amasar rudamente cada zona de su cuerpo con tal de dejar marcas porque siempre va a estar a su completa merced. Ese pensamiento lo deja atontado por unos segundos, fantaseando en el asiento con el hombre que ahora se encuentra subiendo al auto junto a él.

Joder, se distrajo tanto que quedó con los zapatos a un lado y los pantalones a medio quitar. Su ropa interior aun sujetándose a su definida cadera.

-Vaya, sabía que eras una zorra, ¿Pero una zorra estúpida cariño? Eso sí que me decepciona un poco, ¿Acaso no sabes seguir las simples instrucciones de tu dueño? Parece que estás rogando por un poco de disciplina-. Y por supuesto que Jungkook con gusto se la daría.

Tae respiró profundo sintiendo cada una de esas palabras penetrar sus oídos enviándole escalofríos por toda la piel, tragando fuerte para evitar que un gemido saliera de sus labios. Es hasta vergonzoso que se sienta medio duro nuevamente sólo por eso.

-Abre las piernas-. Se quitó lentamente el resto del pantalón, no era malo provocarlo más y más, deleitar con la suave piel de sus piernas los ojos que el contrario tenía clavados en él como dagas, piel que se revelaba poco a poco con cada movimiento, como una obra de arte siendo descubierta por primera vez, de todos modos, ya iba recibir un castigo, nada tenía que perder.

-Déjate de juegos, Taehyung.

Oh, Taehyung. Había dos opciones para que Jeon lo llamase así, la primera, que estuviera muy caliente, o la segunda, muy enojado. Por su mirada diría que ambas, pero no lo podría saber, aunque al final era un ganar-ganar para el pequeño travieso.

Tae lo miró como si no entendiera las palabras que estaban saliendo de su boca. El piloto apartó su vista con un bufido, encendiendo el auto junto al aire acondicionado en su proceso, tal vez porque sus cuerpos estaban en ebullición, estaban calientes y tete lo confirmó al observar el notorio bulto del contrario asomarse en su zona baja.

El de los tatuajes volvió a girarse otra vez hacia él hasta estar casi de frente colocando su mano izquierda en su ahora desnudo muslo izquierdo, subiendo, subiendo y subiendo hasta adentrarse en su culo por uno de sus costados sin siquiera rozar su pene, Kook tenía manos hábiles, podía tocar o no lo que quisiera si así lo deseaba.

-Pon tu trasero hacia adelante, sin juegos, no me hagas perder la poca paciencia que me queda contigo, pequeño. - Como si estuviera hipnotizado lo hizo, quedando casi al borde del asiento, su cabeza en el espaldar y sus uñas enterrándose en el cuero que recubría la superficie.

Rozó su perineo hasta sentir el hilo conectado al vibrador que se perdía entre esas estrechas paredes, sobando un poco los laterales de su ano, casi jugando a introducir sus dedos. Mientras seguía con eso, con su otra mano tomó la botellita de lubricante que guardaban en la guantera en caso de emergencia, sacando sus dedos y riendo roncamente al escuchar el gemido de desilusión del contrario por la falta de tacto, así le gustaba a Jungkook, desesperado y necesitado.

- Quítate la ropa interior y no seas un malcriado ahora, deberías agradecer que apenas y te estoy tocando-. Sus lubricados dedos regresaron a su trasero, masajeando su alrededor hasta introducir dos de una vez.