𝙋𝙚𝙨𝙖𝙙𝙞𝙡𝙡𝙖𝙨 [𝒜𝒾𝒹𝒶𝓃 𝒢𝒶𝓁𝓁𝒶ℊ𝒽ℯ𝓇]

𝐶𝑎𝑝. 1

Mi respiración es irregular y mi cuerpo está levemente cubrido por una ligera capa de sudor, tomo grandes bocanadas de aire para regular mi respiración, comienzo a mirar hacia todos los lados de la habitación para verificar que todo este en orden y sí, efectivamente así es.

<<Malditas pesadillas>>

Varios años y siguen allí, nunca se van, estuve un tiempo llendo a terapia, pero dejé de hacerlo ya que no daba resultado alguno.

Volteé a mi costado y ahí se encontraba Aidan, mi pareja, durmiendo tranquilamente por suerte está vez no lo desperté, realmente me apena el que él tenga que sufrir todo esto, llevamos viviendo 3 años juntos y en los últimos dos de esos, comenzé a tener pesadillas y el tiene que lidiar con ello, ya que algunas aveces no puedo moverme ni gritar es algo como parálisis del sueño y algunas otras comienzo a gritar y moverme desesperadamente.

Intento cerrar mis ojos para volver a dormir, pero no lo conseguí, cada vez que cerraba los ojos esa cosa volvia a aparecer.

Me estire hasta la mesita de noche y tome mi teléfono, 03:45 a.m., volvia a ponerlo en su lugar y está vez estaba dispuesta a dormir si o si.

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Desperté por algunos rayos del sol que daban directo a mi cara, pude notar como Aidan ya no estaba en la cama supongo que bajo a desayunar o salió a correr como lo hace todas las mañanas.

Me siento en el borde de la cama y comienzo a recordar mi sueño, pero mejor intento ignorarl, me levanto y me dirijo al baño para ducharme y así lo hago, al salir tomó mi ropa, me visto, desenredi mi cabello y salgo de la habitación para desayunar, al entrar a la cocina, me encuentro con Aidan ya desayunando, él al verme se levanta de su asiento y comenzó a servir café en otra taza.

—Buenos días!—deje un beso en su mejilla

—Buenos días, bonita—saludo y dejo un beso en mi frente—¿Otra pesadilla?—Pregunto dejando una taza de café frente a mi.

—Es tan obvió—pase mis manos por mi cabello aún mojado dando una pequeña sonrisa.

—Con esas ojeras yo creo que si—dando un sorbo a su café.

—No pues gracias.—hablé sarcástica.

—Sabes que no lo digo por eso,...solo que cuando tienes pesadillas es más notorio.

—Y lo se solo que es algo difícil de entender.

—Me quieres contar—dijo con una linda sonrisa, asentí.

—Lo de siempre,—di un suspiro pesado—una persona cubierta completamente de sangre y cuando está apunto de atacarme y dejarse ver, es el momento exacto en el que despierto.

—Linda...— dijo pensativo.—¿alguna vez estuviste involucrada en un suceso traumático de pequeña?—pregunto con curiosidad.

—Pues no que yo recuerde—me encogí de hombros restándole importancia—Dejemos de hablar de esto es un tanto incómodo recordar algo que no tiene explicación.—dije y el asintió.

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—Lía!!— saludé con entusiasmo a mi mejor amiga y  compañera de trabajo.

—_____!!—grito emocionada llamando la atención de algunas personas que pasaban cerca del lugar—¿Se les perdió algo o que?, a trabajar señoras y señores que para eso les pagan—se dirigió a las personas que nos observaban, ellas rápidamente volvieron a sus labores—Cuanto tiempo, mujer!!—dijo dramatizando la situación.—Cuatro días sin ver tu linda carita—apachurro mis mejillas con sus dedos.