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En una escuela de Japón se podía sentir a una niña, que mientras golpeaba el lápiz levemente contra su mesa, estaba analizando cómo podía escaparse de su salón, era una estudiante regular, no tenía problemas para aprender rápido, pero sin tener no...

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En una escuela de Japón se podía sentir a una niña, que mientras golpeaba el lápiz levemente contra su mesa, estaba analizando cómo podía escaparse de su salón, era una estudiante regular, no tenía problemas para aprender rápido, pero sin tener notas sobresalientes.

Yami, luego de hacer los ejercicios, estaba esperando a que el resto de sus compañeros terminará, para el profesor corregir y que toque el recreo, mientras observaba a su alrededor, entre sus compañeros batallando para llegar a los resultados, y los pájaros afuera de la ventana, vio como en la ventana que daba al pasillo de la escuela, un niño iba de un lado a otro, buscando algo, hasta que freno al encontrarse con la mirada de Yami, el niño la vio con una sonrisa de oreja a oreja, cerrando los ojos, saludándola con la mano demasiado en alto, Yami solo se preguntaba cómo fue que dejaron entrar a un Baji salvaje, a una escuela tan estricta.

Una vez escucho el timbre, se levantó y entrego sus hojas al profesor, seguida de sus compañeros, salió del aula para encontrarse con un muy feliz niño, que se abalanzó a abrazarla, bajo la miraba de los alumnos, que no sabían porque un niño con esas pintas estaba ahí, y como fue que entro.

-¡Yami-Chan!-dijo casi gritando el niño- !A qué no sabes la idea que se me ocurrió¡.

La niña solo esbozo una sonrisa, mientras empezaba a caminar con su amigo, hacía ninguna dirección específicamente.

-Supongo que quieres contarme, así que adelante.

El chico freno en seco, haciendo parar también a la niña, y se puso delante de ella, para luego tomar aire, y dijo casi gritando.

-¡Formaremos una pandilla!- exclamó muy firme, haciendo que la niña junto a los que estaban alrededor, lo mirarán con sorpresa.

-Huh, una... ¿Pandilla?- dijo confundida.

-¡Junto con los chicos, nos cuidaremos entre nosotros y estaremos juntos para siempre!- contesto eufórico- nos veríamos absolutamente geniales- dijo fascinado, mientras por su cabeza aparecían imágenes de como se imaginaba al grupo-

La niña aún confundida, por las ocurrencias, que ya acostumbrada, siempre tenía Keisuke, solo volvió a sonreír y le hizo una pregunta.

-Supongo que para contarme tu proyecto, viniste hasta aquí, a toda velocidad con tu Goki¹, saltando los semaforos, y no te voy a preguntar cómo burlaste la seguridad- dijo ahora con curiosidad- ¿Que estás esperando para decirle a los chicos?

-Ya les avisé, vamos a reunirnos en el santuario-contesto alegre- ¿Vienes o eres una gallina, Akami-chan?- dijo desafiandola con la mirada.

La niña solamente lo miró con media sonrisa, para tomar su mano, y luego decir.

-Tenemos 3 minutos hasta que suene la campana, ¡Corre!

Antes de ni siquiera terminar de hablar, el niño ya estaba corriendo, junto a Yami, hasta la entrada, esquivando así a todo aquel que se pusiera enfrente, hasta que vio a un guardia de seguridad, de que los vieran, por acto de reflejo, giraron hacia el pasillo a su derecha y la niña miró confundida a su amigo

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2021 ⏰

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