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La hora del almuerzo llego y con eso los nervios de Yoonoh aumentaron

Estaba por ver a Doyoung, iba a ver al chico que le gusta

-Tranquilo -Se dijo a sí mismo, tomando todas sus cosas y dirigiéndose hacia la cancha de fútbol -Sólo se tú, sólo tienes que ser tú

Tenía que ser él mismo, tenía que hablar con su hyung y conquistarlo

Él podía, sabía que sí

Apresuró sus pasos y cuando llegó a su destino se fue hacia las gradas, caminó tranquilamente hasta que lo vio, su bonito hyung estaba sentado en el verde césped, jugando con una pequeña flor que se encontraba en su mano

Camino nervioso hacia él, Doyoung aún no había notado su presencia lo cual le daba oportunidad de huir, pero no lo haría, claro que no, esta era su oportunidad y no iba a desperdiciarla

Cuando estuvo a su lado fue que Doyoung lo vio

Yoonoh le sonrió nervioso y Doyoung lo miro con suma vergüenza y es que vamos, estaba frente al chico que le enviaba notas diciéndole lo perfecto que era ante sus ojos

Ambos se miraron atentos, el silencio dominaba y ninguno se atrevió a romperlo, bueno, al menos no Yoonoh

-Hola -Decidió hablar el mayor -¿Eres el chico de las cartas?

Yoonoh asintió rápidamente 

-S-si, soy yo

Las mejillas de mayor se pintaron de un leve color carmesí y Yoonoh no pudo evitar sonreír encantado

-¿No te sentarás?

Yoonoh nuevamente asintió y tomó asiento frente al bonito chico

Era hora, tenía que presentarse

-Soy Jung Yoonoh-Dijo -Estudió psicología

Doyoung asitió

- Kim Doyoung, aunque supongo que eso ya lo sabes

Yoonoh se ruborizó y Doyoung sonrió por primera vez delante del menor

Yoonoh se enamoró de esa sonrisa

Y es que era imposible no amar sus pequeños dientes acoplados perfectamente bajo sus rosadas encías, era imposible no enamorarse de la forma que su pequeña nariz se arrugaba y como sus mejillas se veía mas esponjosas y redondas, era prácticamente imposible para Jung Yoonoh no caer rendido al ver como sus ojitos se cerraban y se volvían dos líneas perfectas y hermosas acompañadas de unas negras y arqueadas pestañas

-Eres tan bonito

Y aunque Yoonoh no haya tenido la intención de decirlo en voz alta, para bien o para mal, esas palabras fueron escuchadas por su mayor, el cual se volvió un tomate ante el halago

Fue perfecto, esa pequeña charla, con sutiles halagos, sonrisas sinceras y avergonzadas y mas y mas sonrojos, fue pasando, dándole paso a una nueva amistad y muchos sentimientos

Todo estaban bien, ahora ellos ya se conocían

υи ρєqυєÑσ α¢σѕα∂σя | נαє∂σDonde viven las historias. Descúbrelo ahora