Mesa 8

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Hoy Yeji tenía una aburrida cena con sus padres. Aburrida y repetitiva, pues todos los martes debe asistir a esta cena, en el mismo lugar, restaurante, todo exactamente igual siempre, ya formaba parte de su rutina. La finalidad de esta reunión semanal era para actualizar a sus padres de lo que ha pasado esa semana. Es algo molesto para ella puesto que nunca mostraron ningún tipo de interés en su vida, hasta hace poco, cuando ambos se mudaron a Busan.

Le parece algo hipócrita el interés repentino pero no tiene otra opción más que asistir sin replicar.

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Yeji acabó su jornada laboral de aquel día y se dirigió a su casa para cambiarse de ropa a una más formal, adecuada al tipo de restaurante al que asistiría.
Al terminar de prepararse agarró las llaves de su coche y se dirigió hacia el parking donde estaba aparcado.

Llegó al restaurante, aparcó el coche y seguidamente entró al restaurante. Se paró frente al recibidor donde se encontraba un camarero revisando la lista de reservas para aquella noche. Yeji decidió llamar su atención para ser atendida.

"Hola, tengo una reserva a nombre de Hwang Taeyoung a las 8 pm." Dijo Yeji de manera educada mientras miraba el ambiente del restaurante, que parecía más alborotado de lo normal para ser un martes por la noche.

"Aquí está, mesa 8, sígame" El camarero le sonrió y caminó hacia la mesa de tres, con Yeji siguiéndole por detrás.

"Gracias." Yeji le agradeció con una sonrisa al llegar a su mesa y el camarero se retiró.

"Qué raro, aún no han llegado..." Yeji murmuró sarcásticamente, poniendo los ojos en blanco.

Decidió ojear la carta del menú para matar el tiempo y no levantarse e irse en ese mismo instante.

"¿Esperando a alguien?" Se acercó una camarera y Yeji levantó la vista para verla. Se quedó atónita ante la belleza de la chica frente a ella.

"E-eh, esto, sí, sí" Yeji intentó manejar sus nervios, obviamente fallando en el intento. "Sí, espero  a mis padres que siempre suelen tardar demasiado."

La camarera rió levemente. "No eres una persona muy paciente por lo que veo." dijo, ganándose una mirada juguetona de la clienta.

"Digamos que no es mi mejor cualidad" Yeji comentó de manera divertida y la contraria asintió.

"Entiendo. Pues mientras esperas si necesitas hablar con alguien para entretenerte mientras, aquí estoy. A su servicio, señorita..." La camarera dijo haciendo una reverencia de broma junto a una sonrisa ladina, esperando a que Yeji dijera su nombre.

Yeji rió y ese sonido fue suficiente para que a la camarera se le derritiera el corazón.

"Yeji, Hwang Yeji" Dijo la pelirroja con una sonrisa.

"Entonces... A su servicio, Señorita Hwang. Soy Shin Ryujin, por cierto." se presentó y extendió su mano a Yeji. Esta la tomó y se dieron un apretón de manos amistoso.

"Un gusto." Sonrió la pelirroja. "Pues tendré en cuenta tu propuesta para futuras visitas porque mis padres acaban de llegar." Señaló con su mirada la entrada del restaurante y Ryujin entendió que era hora de volver al trabajo.

"Entonces me retiro, que vaya bien, señorita Hwang." Le sonrió y guiñó el ojo para luego agarrar su bandeja e irse a la cocina.

Yeji la siguió con su mirada hasta que desapareció de su campo de visión. Soltó un suspiro que no sabía que llevaba guardando todo ese tiempo de interacción con la camarera. Le pareció raro cuanto menos.

Al final llegaron sus padres y comenzaron a charlar, hasta que...

"Buenas noches familia, ¿qué les pongo para beber?" Apareció de nuevo la misma camarera y le dio una mirada cómplice a Yeji, a lo que esta respondió con una sonrisa algo tímida.

Sus padres pidieron sus bebidas, y era el turno de Yeji.
Ryujin fijó su vista en ella, esperando su respuesta y en parte aprovechando para analizar el rostro de esta intrigante clienta.

"¿Tienen cócteles?" Preguntó Yeji, buscando en la carta el apartado de cócteles que no parecía haber.
Ryujin rió levemente y sacó una carta distinta de su bolsillo con solo cócteles en esta.
"Es una carta distinta" Se la entregó a Yeji. "Por cierto, ¿puedo preguntar por tu carné de identidad?" Ryujin alzó una ceja, pues esto le podía servir para averiguar su edad sin tener que preguntarle directamente, era un plan ideal.

"Eeeh, sí, tome" Yeji se lo dio inocentemente a Ryujin, y esta última asintió, Yeji tenía un año más que ella.

"Bien, y ¿cuál será entonces la bebida que va a pedir?"

"Un San Francisco, por favor"

Yeji le sonrió y Ryujin le devolvió su carné de identidad mientras asentía y se retiró a la cocina, a por las bebidas.

Cuando regresó, vio que Yeji no estaba en la mesa, lo que le entristeció un poco, porque quería verla lo máximo posible durante su turno, bueno, durante la estancia de la pelirroja en el restaurante aquella noche.

Dejó las bebidas en la mesa y sonrió a sus padres para retirarse posteriormente.

Yeji volvió a la mesa un poco después, pues había ido al baño a arreglarse el maquillaje y el peinado, no quería verse mal enfrente de la camarera, no sabía bien porqué le parecía tan intrigante esta chica, pero quería lucir decente ante sus ojos.

Cuando regresó a su mesa, vio que las bebidas ya habían llegado, por lo que le entristeció un poco no haberla visto. Aún así, Ryujin no tardó mucho en volver para pedirles sus elecciones de menú.

Yeji no paraba de mirarla mientras atendía otras mesas o cuando estaba detrás de la encimera de la cocina, preparando bebidas. Tenía unas manos bastante habilidosas para crear cócteles sin duda, pues los dos San Franciscos que llevaba  ya encima Yeji, comenzaban a notarse.

Ryujin notaba una mirada en ella en todo momento, y solo esperaba que fuera de aquella linda pelirroja.

Llegó la hora de pagar la cena, por lo que el padre de Yeji, llamó la atención de la camarera para que les trajera la cuenta.

Ryujin se acercó poco después con el datáfono y la cuenta. "¿Con tarjeta o efectivo?"

"Tarjeta" Respondió el padre de Yeji. Ryujin asintió e introdujo los datos de la cuenta y le entregó el datáfono. Mientras tanto, Yeji miraba de manera algo descarada y poco disimulada a Ryujin. Quizás esos 2 san Franciscos y el mojito no fueron una gran idea.

Ryujin lo notó y le dio una sonrisa coqueta a Yeji pero disimulada para que sus padres no lo notaran. Sin duda, si los padres de Yeji no hubieran estado delante, Ryujin se habría lanzado más a coquetear con esta linda pelirroja.

"Ya está, muchas gracias" Dijo el padre y Ryujin le dio las gracias también y se retiró con el datáfono. 

"Vámonos" Dijo su madre y se levantaron ambos de la mesa y se dirigieron a la entrada.

Yeji les siguió por detrás y buscó con la mirada a Ryujin, cosa que llevo a que la atrapara mirándola, Yeji le guiñó el ojo y salió.

Ryujin fue a retirar el servicio de la mesa de Yeji y sus padres mientras pensaba las ganas que tenía de verla de nuevo el próximo martes.
Limpió las mesas vacías del restaurante y cuando terminó justamente terminaba también su turno.

Se cambió de ropa y salió fuera buscando a Yeji inconscientemente, pero no la vio por ningún lado, habría llegado ya a su casa, supuso la pelinegra. Decepcionada, salió del restaurante y comenzó a caminar por la calle en dirección a su casa. Cuando de repente notó que alguien le tocaba el hombro, se giró violentamente, quitando la mano de encima de ella y dispuesta a darle una bofetada al idiota que la tocó, hasta que se percató de quién era la mano...

restaurant. || ryeji ɞDonde viven las historias. Descúbrelo ahora