Cuentos y leyendas

LA TIENDA DE LAS MUÑECAS

Una señora ya de edad tenía una tienda de muñecas de porcelana. Esa tienda era la más popular de esa ciudad, puesto que las muñecas que aquella señora vendía eran extremadamente bellas, parecían muy reales, lloraban y reían.

Según cuentan ella las hacía. Muchos llegaban a preguntarle cuál era el secreto para crear muñecas tan lindas pero la señora jamás dijo nada. Un día, amanecieron con una noticia, la señora había fallecido, parecía haber muerto de un paro cardíaco.

La tienda entonces pasó a manos de su única hija, ésta hacía mucho tiempo que había abandonado aquella ciudad. Al saber de la muerte de su madre fue entonces que volvió a pisar las calles de El lugar donde había nacido. Al llegar al lugar su madre ya había sido enterrada, ella así lo quiso, por alguna razón dijo no querer despedirse de ella. Se fue a aquella tienda y rodeada de aquellas muñecas comenzó a llorar.

Empezó a buscar dos muñecas en especial, ella decía que esas muñecas eran suyas y que su mamá se las había quitado. Todos confundidos no entendían la actitud de la hija. Ansiosa busco hasta que las encontró. Las tomó en sus brazos y empezó a llorar como una niña pequeña. Después de eso pidió que le dejaran sola en la tienda. Cuando por fin la gente se fue, a los cinco minutos aquella tienda empezó a arder, le había prendido fuego.

La hija de la señora salió caminando por la puerta principal de la tienda mientras aquello comenzaba  a quemarse por completo. Lo más aterrador viene después, cuando aquellas muñecas comenzaban a consumirse gritos de terror se comenzaron a oír. Gritos de niños agonizando, llantos de desespero. Entonces la hija de la señora gritó:

-¡ya son libres! ¡Sus almas son libres!-

Las personas confundidas e incrédula antes lo que estaban presenciando le preguntó a la muchacha. ¿Qué es lo que está pasando? La hija de la dueña de la tienda entonces le dijo : acabo de liberar las almas de los niños que mi madre encerraba en aquellas muñecas... Incluyendo las almas de mis dos bebés.