El último adiós- Junjou Romántica (one-shot)

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Viernes 5:30 pm.

Narrador omnisciente

—¡Te dije que te alejaras de la cocina!— gritaba furioso el castaño.

—¡Ya te dije que fue un accidente!— de la misma forma gritaba el peliplata.

—¡Pero igual siempre es lo mismo contigo!— volvió a gritarle.

—¡Te dije que solo quería ayudarte!

—¡Yo te había dicho claramente que no vinieras a estorbar!

¿Porque esa pareja que siempre se trataban amorosamente se estaban gritando? Muy fácil.

El castaño había pasado dos horas haciendo una receta que encontró en internet, quería darle algo rico a su pareja antes de que se fuera a la fastidiosa entrevista que sabía bien que odiaba.

Cómo debía estar completamente concentrado le había dicho al peliplata que no lo molestara para nada, pero no le dijo el porque, aún así el mayor acepto y fue a terminar de arreglarse.

Paro pasadas dos horas había comenzado a impacientarse, además ya tenía hambre y pronto vendría su editora por el para llevárselo a esa fastidiosa entrevista.

Así que pensó que si ayudaba a su novio podría acabar más rápido, así que se dirigió a la cocina dispuesto a ayudar a su pareja para que ya no batallara tanto.

Cuando llegó a la cocina lo vio que estaba vuelto loco, removiendo varias ollas llenas de sopas, cortando verduras, añadiendo especias y vigilando el horno, veía como el castaño estaba ya harto de todo y solo quería terminar así que se apresuró a ayudarle.

Cómo se esperaba el castaño le dijo que no le ayudará en nada, el podía manejar la situación solo pero el peliplata no le hizo caso y se acercó más, vio como Misaki cargaba con mucho cuidado el recipiente que tenía en el horno, al verlo bien se dió cuenta que se esforzaba bastante ya que lo que había en el recipiente pesaba demasiado, además de estar muy caliente.

Quiso quitarle el recipiente para cargarlo el y dejarlo en la mesa pero el menor no lo dejo, no le hizo caso y se lo quito pero al momento de quitárselo se le resbaló de las manos y todo lo que habia ahí terminó en el piso.

Antes de que pudiera disculparse el castaño ya estaba gritandole , tanta era su furia que olvidó lo que tenía en la estufa y cuando volteo ya se había quemado todo.

Entonces comenzaron a discutir y ya llevaban aproximadamente 10 minutos gritándose.

—¡No te estorbaría si me dejaras ayudarte más seguido!

—¡No puedes ayudarme nunca porque siempre que vienes terminas arruinando todo! Porque para eso es lo único que eres bueno ¡Arruinar todo! ¡Me tienes harto!

—¿Enserio? Pues si tanto arruino todo ¿Porque sigues conmigo si tan harto te tengo?— le pregunto viéndolo fijamente.

—¡Ni yo lo sé! Solo se que no te soporto.

—Pues el sentimiento es mutuo— le respondió, pero en su interior estaba muy dolido, iba a decirle otra cosa cuando llegó su editora.

—Sensei ya hay que irnos— dijo animada, pero al ver la tensión en el ambiente se preocupo— ¿Está todo bien?

—Perfecto, nunca a estado mejor— dijo el peliplata sarcásticamente.

—Bueno pues ya vete que se te hace tarde, haber si al menos sirves en la entrevista— le dijo el castaño.

—Pues con mucho gusto me largo y no me esperes que volveré tarde— dijo poniéndose su saco.

—Por mi perfecto, es más, ¡Mejor ni vuelvas!— le gritó.