The Kings Brothers

A millones de años luz de la tierra, una bella reina y su amado compañero esperaban con ansias un doceavo hijo mientras miraban la vía láctea y sus otros once hijos jugaban sobre las nubes purpuras, eran unos niños bastante conocidos en una gran parte del cosmos por ser los herederos del rey.

Los dos placidos reyes solo miraban jugar a sus hijos hasta que llegaba el momento en que los notaban cansados y su madre les llamaba para volver a casa. 

--¡Niños regresen! ¡Ya no es hora de jugar!--

Los once niños siempre fueron muy obedientes con sus padres, por lo que siempre regresaban a casa después de escuchar la voz de su madre. Cuando llegaron al pequeño planeta en donde vivían con sus padres, vieron al rey hacer señas de que se sentaran en el suelo para hablar y, como todo hijo obediente, lo hicieron.

Sobre una piedra verdosa se encontraba su madre sentada, quien al verlos en el suelo junto a su padre en un medio circulo, les conto:

--Tengo una noticia importante para ustedes, mis queridos hijos: Su padre y yo hemos estado pensando que, después de todos estos años luz, nuestra muerte podría llegar muy pronto. Esto no se los digo para hacerlos sentir tristes, sino para que asuman nuestra responsabilidad sobre los seres de esta parte del cosmos--

Estas ultimas palabras hicieron sentir a los pequeños tristes y emocionados al mismo tiempo, por una parte se sentían tristes por perder a sus padres en tan poco tiempo, y por la otra les emocionaba el hecho de ocupar el poder de sus padres cuando llegaran a una edad adecuada. 

La reina siguió contando:

--Pero además de eso debo pedirles un favor antes de morir: quisiera que ustedes cuidaran de mi futuro hijo cuando llegue a nuestro mundo y, por favor, jamás peleen entre ustedes, cuiden bien de su hermano menor. Quisiera irme segura de que ustedes estarán bien sin nosotros--

Todos los niños aceptaron las condiciones de su madre.

Paso el tiempo y la reina dio a luz a un pequeño niño llamado Piscis, quien seria el menor de sus hermanos: Sagitario, Capricornio, Acuario, Escorpio, Libra, León, Virgo, Géminis, Cáncer, Tauro y Aries. Solo resistió tres días después del alumbramiento mientras su energía se consumía poco a poco. Al cuarto día se esfumo por completo, haciendo desaparecer a la reina. 

Los once niños quedaron destrozados al ver a su madre desvanecerse y no pudieron evitar derramar lagrimas de dolor. Sus almas quedarían totalmente destrozadas después de cinco años luz, cuando el rey finalmente falleció.

Desde entonces las almas tan puras y gentiles de los once niños se convirtieron en un cosmos macabro y oscuro, ellos habían olvidado por completo la promesa que le habían hecho a su madre y el odio creció entre ellos. Cada segundo de sus vidas lo dedicaban por completo a enfrentarse entre si, dejando al inocente Piscis totalmente descuidado.

Pasaron las estrellas por su cosmos viendo como se enfrentaban mientras el mas pequeño soltaba llantos desesperados en busca de atención. Solo de ver su inocencia, una hermosa estrella joven se compadeció de el y bajo flotando hasta las nubes, que ahora eran rojas, estando mas cerca de el lo tomo en sus brazos y se sentó con las piernas cruzadas hasta el borde mirando el lento movimiento de Andrómeda. Al ver que el pequeño no paraba de llorar comenzó a hablar delicadamente con el:

--¿Ves todos esos planetas pequeño?, digan lo que digan tus hermanos, tu serás quien gobierne todo lo que ahí existe. ¿Y sabes por que lo digo?--

El niño solo la miraba sin hacer nada

--Lo digo--Continuo ella--Porque tu eres el único inconsciente entre ellos, tu alma aun no ha sido lastimada, por eso puedo ver que eres un buen niño, y se que lo seguirás siendo hasta que crezcas y seas un adulto. Tu serás un rey muy bueno--

Después de ver a Piscis tranquilo, lo acostó sobre las nubes y volvió con sus compañeras a seguir su recorrido.

Cuando las estrellas hicieron su recorrido y sus hermanos se quedaron sin energía para seguir enfrentándose, el niño que una vez fue descuidado, se convirtió en un muchacho pasivo y racional. Con el debilitamiento de los otros, el trono se quedo completamente vacío. Piscis no recordaba nada de cuando era pequeño así que solo permaneció sentado en las nubes rojas mientras miraba a los otros usar su poca energía para seguir destruyéndose mutuamente. No sabia que hacer al respecto, pues nunca se había manifestado en contra de ninguno ni de sus acciones.

Entonces vio a su estrella acompañante llegar hasta donde el estaba, al parecer la recordaba perfectamente pues su asombrosa sonrisa apareció de inmediato solo con verla. 

--¡Piscis! Estas muy grande, hace mucho tiempo que no te veía--

Después la sonrisa de ambos se borro al ver a los once hermanos en una horrible pelea por el trono, esa alma triste y luminosa se acerco a Piscis y le dijo en una forma casi de suplica:

--Por favor no seas como ellos--

De pronto, en un repentino ataque violento de Aries, una gran fuerza luminosa fue esquivada por Acuario e impacto de una forma terrible en la compañera de Piscis. Al ver al único ser que le ayudo sufriendo por el golpe, el muchacho enfureció como los dioses y dejo salir toda su fuerza lleno de furia. Toda su energía prácticamente estallo, haciendo que sus once hermanos mayores volaran hasta golpearse en las estrellas y tener el peor final para sus vidas que jamás pudieron haberse imaginado.

Piscis lloro desconsolado a aquella dulce alma blanca que le acompaño de niño, usando la fuerza que le quedaba para curar sus heridas.

Al termino de otro año, una de las estrellas mas dulces del cosmos murió y desapareció mientras dormía. Ahora Piscis no tenia ninguna razón para mantener su reinado así que envió a su pequeña hija a un planeta mas seguro, conocido por algunas estrellas como "Tierra" y decidió volar hasta lo mas alto para hacerle compañía a sus hermanos.

La pequeña niña vivió en un bello planeta azul y fue considerada como una diosa por todos los seres que lo habitaban, según lo que se decía, era una pequeña estrella que había caído del cielo. Era una niña triste que pasaba mucho tiempo sentada a la orilla del océano, mirando las estrellas.

Cada cierto tiempo ella veía una constelación diferente en el cielo que la hacia sentir nostálgica, como si hubiera algo allá arriba que la protegía.

         "Los hermanos del rey"