Capítulo 40 (ÚLTIMOS CAPÍTULOS)

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Él solo pudo recibirla con los brazos abiertos, esa mujer lo tenía loco de amor siempre tan entregada, cariñosa, amorosa, inteligente pero, lo que más le importaba es que lo amara a él, la abrazo con posesión y la beso con amor y pasión, la fue acercando a la mesa y de un manotazo boto todo lo que allí había estaba fascinado se le iba a cumplir una fantasía que solo había tenido con ella
Ella lentamente le empezó a desprender la camisa botón por botón y a cada trozo de piel descubierta recibía un beso de su parte, cuando tuvo la camisa completamente abierta le acaricio con lentitud su amplio pecho tan bien formado, y también beso la cicatriz que le había dejado Marcela al tratar de matarlo
B: Hay mi amor tan lindo tu pecho y ahora tienes una cicatriz por culpa de Marcela
Armando se quedo descolocado ya que él no le había querido contar nada de lo que había pasado ese día en la empresa para no preocuparla más
A: De donde sacaste eso mi amor?
B: Crees que nunca lo iba a saber?, pues está muy equivocado mi Doctor ya sabe que tengo mis métodos para enterarme de todo lo que le suceda
A: Viejas chismosas no se pueden guardar nada
B. No te enojes con ellas yo las presione para que me contaran y no se me distraiga que estamos en algo mucho más entretenido
A: Por ahora se los paso por qué no la voy a dejar a usted por salir a regañarlas y sigamos porque lo estamos pasando de maravilla
Y continuo el camino de caricias que tanto le gustaba a ella, le empezó a desprender esa blusa semitransparente que lo estaba volviendo loco desde que la vio, dejándola solo con un sujetador negro de encaje, desde que había cambiado su forma de vestir tenía un montón de ropa interior que a él le fascinaba, claro muchas oportunidades de quitársela no había tenido de echo esa era la primera
Busco con prisa el broche del sujetador quería poder perderse en esos pechos que tanto le gustaban y cuando por fin los pudo tocar y saborear el gemido de ella retumbo en la oficina provocándole a él una pequeña sonrisa
A: Mi amor más calladita que nos pueden oír
B: Lo… lo intentare
Siguió con la tortura a sus pechos mientras tenía uno en su boca el otro era atendido con su mano y luego cambiaba, nunca se cansaba de ellos, con lentitud fue bajando por su vientre con sus besos y se le oscureció la mirada en esos momentos podría a ver estado creciendo su hijo dentro de ella y él podría besarlo y acariciarlo a través de ella. Betty pareció intuir sus pensamientos porque con dulzura le acaricio el cabello como para transmitirle que todo iba a estar bien, que juntos se iban a recuperar de ese golpe
Él retomo sus caricias y siguió bajando y cuando llego a la altura de su falda color negra con manos hábiles se la quito dejándola sola con las medias por las cuales se podían ver una tanga negra que cubría justo lo necesario, intuyendo el gran tesoro que guardaba solo para él, fue descendiendo con sus manos por sus piernas al tiempo que la desprendía de la medias y besándolas con devoción termino por quitárselas dejándola solo con la tanga, continuo subiendo esta vez hasta llegar a su boca mientras ella con manos temblorosas empezó a desprenderlo de sus pantalones dejándolo solo con unos bóxer que apenas podían contener su deseo, continuaron besándose por un par de minutos más, cuando él se dio cuenta que no podría aguantar mucho más, así que con sus mano se adentro en ese paraíso que solo era de él y la toco, Betty inconscientemente dio un respingo eso le recordó otra caricia que ella no había pedido ni quería y él se dio cuenta hasta donde había llegado aquel desgraciado
A: Tranquila mi amor que soy yo, y jamás te haría daño, jamás haría algo que tú no quieras
B: Lo sé perdóname, solo quiero que me ames como solo tú sabes hacerlo
A: Claro que si mi amor, la única meta en mi vida es amarte nada más
Y continuaron con su ritual de amor Armando le quito la única prenda que quedaba en el cuerpo de ella y la dejo por fin desnuda solamente para sus ojos, ella tampoco se detuvo y metió su pequeña y suave mano dentro de su ropa interior y sin ningún tipo de pudor empezó a acariciarlo en esa parte tan intima de su cuerpo, era la primera vez que ella hacia algo así, y a él le estaba encantando ahora fue el turno de él de gemir con fuerza y ella entre risas le dijo
B: Mi amor más calladito que nos pueden oír
A: Lo sé mi amor pero, me estas volviendo loco y no creo que aguante mucho tiempo más
B: Pues no te aguantes que yo también estoy al límite y te necesito mucho
Armando no se hizo de rogar y levantándola para sentarla en su mesa se desprendió de su bóxer y acomodándose entre sus piernas la penetro de una poderosa embestida, lo cual provoco que ambos callaran el gemido con un beso carnal y pasional, ella lo sintió más poderoso que nunca y de pronto vio como él con un movimiento lento entraba y salía de su cuerpo. Se sujeto de su espalda para acompañarlo en sus movimientos que cada vez se intensificaban y sin darse cuenta le estaba marcando la espalda con sus uñas lo que hizo que Armando se moviera con más ímpetu logrando que ambos llegaran al clímax totalmente satisfechos pero, no por eso menos cansados, ella se recostó en la mesa y él la acompaño por unos minutos, cuando ella abrió los ojos sorprendida
B: Mi amor creciste de nuevo?
A: Es que no tengo suficiente de ti y quede con ganitas
B: Pero ahora ya no podemos, tenemos que ir a casa a cambiarnos
A: Lo siento pero, ahora que por fin puedo tenerte no me voy a saciar nunca y tenemos un poquito de tiempo y es mejor aprovecharlo
Y tomándola en brazos se acomodaron en el sofá y todo volvió a empezar. Cuando salieron se encontraron con las secretarias que los miraron con cara picara a Armando no le importo mucho él estaba totalmente feliz así, que entendió que para ella era muy vergonzoso, así que sacando su mejor cara de ogro las mando a callar porque ya las veía haciéndole un interrogatorio en pleno pasillo
Llegaron con el tiempo justo para poder ducharse y cambiarse lo cual hicieron entre risas por cada vez que se acordaban lo bien que lo habían pasado en la oficina. Él se puso un esmoquin negro con camisa color salmón y corbata color negra (como les dije anteriormente la ropa no es lo mío) que le quedaba de maravilla sacando todo su potencial a la luz
En cambio ella se había puesto un diseño de Hugo Lombardi que según le había dicho era un diseño pesado solamente en ella por lo cual era exclusivo, el cual consistía en un vestido de color vino tinto sin mangas que tenía un escote en la espalda muy profundo y por delante en tamaño barco, lo que si en cada pierna tenía una abertura que llegaba casi a medio muslo que no le agrado mucho encontraba que mostraba mucho lo combino con unas sandalias negras de medio tacón ya que aun no se acostumbraba a usarlos muy altos, el pelo lo llevaba con un moño bajo, un echarpe del mismo tono del vestido que caía en cascada, su maquillaje era muy suave solo las pestañas y labial rojo pasión
Armando cuando la vio se quedo literalmente con la boca abierta su niña estaba preciosa eso sí tendría que cuidarla mucho no quería que les pasara lo de la última vez
A: Mi reina esta preciosa, de seguro va ser la dama más bella del evento
B: No digas eso, no crees que voy muy provocativa, no quiero llamar la atención de nadie con la tuya me basta y me sobra
A: No te preocupes que usted no se me separa en toda la noche, bueno?
B: Bueno mi amor vamos que si no llegamos tarde
A: Vamos pero, antes quiero mi besito para la buena suerte
Y si dejarla responder la beso, no había tenido suficiente de ella y lo que más deseaba era poder tenerla nuevamente entre sus brazos y no saltarla jamás
A: Ahora si vamos porque no tengo ganas de salir de aquí
B: Vamos
Cuando llegaron todo el mundo se encontraba allí, entraron de la mano y todo aquel que se cruzaron se le quedaban mirando y comentaban la bella pareja que hacían, lo que provocaba la envidia de las mujeres ya que muchas intentaron cazarlo y nunca pudieron y los hombres de la belleza de mujer que tenía Armando Mendoza
Se dirigieron hacia los papás de él que estaban acompañados con los de ella y cuando los vieron no reconocían a su hijo porque la sonrisa no desaparecía de su rostro y se notaba en como miraba a Betty para saber cuan enamorado estaba de ella
En cambio los padres de ella estaban orgullosos de la mujer que era su hija aparte de inteligente se estaba revelando como una gran belleza por la cual estaban muy felices, aunque a Don Hermes no le gustaba verla tan descotada “EL DIABLO ES PUERCO”.


CONTINUARA…





Creado por: María Romero.

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