EN TUS BRAZOS

Recuerdos

El suelo se sentía frío, apenas podía respirar, las lagrimas corrían por mi rostro y el aire frío que entraba por la ventana rota se sentía aun más al contacto de mi rostro.  Y en ese momento miles de cosas pasaron por mi mente. 

Recordé aquel momento en que te conocí. Parecías ser como cualquier otro chico. Amable, encantador, adulador... cada palabra que decías, me hacia sonreír, me hacia sonrojar, y mi corazón joven deseoso de amor, palpitaba enloquecido cada que se encontraba cerca de ti. 

 Entre más tiempo pasaba contigo, más me enamoraba. Me daba cuenta que esto que sentía por ti, no lo había sentido por alguien más. Era un sentimiento nuevo. Había tenido mis experiencias. Y otros amores, así que podía darme cuenta que esto era diferente. 

Cosas que normalmente otros hacían por mi, ahora me veía haciéndolas por ti. Era extraño para mi, pero sin duda era diferente. Quería hacerte feliz tanto como tu me hacías a mi. 

Recordé ese año nuevo en que me dijiste que querías pasar el resto de tu vida conmigo, y me propusiste matrimonio. En ese momento de verdad fui feliz. 

De verdad creí que el estrés de tu trabajo y la boda, te hacían actuar así. Esos arranques de mal humor, esos pequeños desplantes de enojo. Creo que solo no quería verlos. 

Y aún así el primer año que pase contigo, recuerdo que fue el más feliz de todos. Casi no te veía, el trabajo te mantenía en su mayoría ocupado. Y a pesar de mis cuidados. Teníamos la noticia de un nuevo integrante a esta nueva familia. 

¿Que más podia pedir? 

De momentos creo que la misma creencia de que era feliz, me cegaba de todo lo demás. 

En ese momento que estaba tirada en el piso, podía darme cuenta de todos esos momentos en que tus palabras me hicieron cambiar completamente de la persona que era yo. 

Tus palabras aún resonaban en mi cabeza y mis lagrimas seguían corriendo por mis mejillas.