"Despierta, buenos días, hoy es 30 de Julio del 2067, son las 5 a.m., se esperan tormentas eléctricas a partir de las 3:00 p.m., con una probabilidad de lluvia del 80%. El trafico en este momento se encuentra pesado, con arreglos de pavimentación en las avenidas Universidad y Estanzuela, 3 choques ubicados a 9 kilómetros de aquí". - Se escuchó al fondo de la habitación, Santiago se despertó al escuchar aquella ya conocida voz, era la asistente virtual que había comprado hace apenas unas semanas. Abrió los ojos y se quedó recostado en su cama por unos momentos, pensando en si debía poner una excusa para faltar a la oficina de policía, ya había juntado 8 inasistencias en su trabajo, eran demasiadas incluso para él y sabía que a las 10 faltas lo despedirían. Sin más se dio un baño rápido, se vistió y se fue al trabajo.
No amaba su trabajo, realmente desde la desaparición de su compañero Alejandro ya nada era igual ahí. Santiago se sumió en un bloque depresivo durante varios días, de ahí empezó a faltar de forma consecutiva a su empleo y por más que quisiera renunciar sabía que necesitaba comer y pagar el alquiler del departamento donde vivía. La crisis estaba pegando muy fuerte y no podía desperdiciar su única fuente de dinero.
Al llegar a la oficina lo saludó Antonio, un agente pasante de una sección menor aparte. - ¡Hasta que llegas! El jefe ha estado muy molesto por tus faltas, y la mayoría nos habíamos preocupado, ¿Cómo sigues? -. Santiago lo miró molesto, apenas eran las 7 a.m. y ya tenía que soportar preguntas de sus compañeros. Él solo rodó los ojos y pasó de largo, continuó hasta su escritorio y se sentó con sumo desgano mirando a la nada. Corriendo detrás de él seguía Antonio, parecía algo nervioso por decirle algo y se detuvo justo enfrente de su escritorio inclinándose un poco hacia el. -Tengo noticias para ti, no creo que te vayan a gustar del todo pero son ordenes de arriba -. Ahora si tenia toda la atención se Santiago, quién seguía fastidiado pero ahora temía por un despido, no se podía justificar realmente, así que solo asintió lentamente y escuchó. -No me vayas a matar por favor, pero, me han asignado como tu nuevo compañero en lo que se continua la investigación sobre el paradero de Alejandro, se que el era como tu mejor amigo y que será algo muy difícil podernos acoplar, pero realmente deseo que hagamos un buen trabajo en equipo -. Santiago se encontraba boquiabierto, ¿Realmente se habían atrevido a reasignarle un nuevo compañero?, oh no, eso no podía ser así. - Iré a cambiar eso, gracias por avisarme Antonio-.
Momentos después.
- ¡USTED NO TENÍA DERECHO DE ASIGNARLO COMO MI COMPAÑERO SIN CONSULTARMELO! - Se escuchó tras la puerta del jefe tal grito, Antonio se estremeció al escuchar como iba escalando a situación al grado de alzar la voz, él había ido tras Santiago después que le agradeció por decirle sobre la reasignación ya que se esperaba lo que iba a suceder, pero no esperaba que fuera tan fuerte, se sintió un tanto cohibido por la situación así que se marchó de allí para ir por un café, ya después hablaría con Santiago más calmadamente sobre como continuar la investigación.
- No aparecías por ningún lado y no contestabas las llamadas, además soy tu jefe y tengo el maldito derecho de asignarte a quién yo quiera, deberías agradecerme que aún conservas tu empleo, después de todas las faltas que tuviste estuve a punto de despedirte -. Santiago se quedó mudo, lo que dijo su jefe era cierto, realmente fue a reclamar más como un torpe intento de desquitarse con alguien, la situación lo tenía mal, y sabía que realmente no tenia excusa para nada de lo que había hecho. Solo se limitó a soltar un suspiro y asentir con la cabeza, se acercó a la puerta para irse cuando en ese momento su jefe le comentó: - Entiendo que te puedas sentir mal, ambos eran realmente cercanos, pero no por eso tienes derecho a tratarnos así, recuerda que soy tu jefe, deberías tenerme respeto. Y también al pobre de Antonio, el estaba realmente emocionado de trabajar contigo. Si te sirve de consuelo, hemos encontrado pistas sobre la desaparición de Alejandro, tenia pensado decírtelo hoy en tu almuerzo, pero veo que te me haz adelantado-. Santiago se volteó hacía el y se sentó en aquel sillón negro que se encontraba cerca del escritorio de su jefe, agachó la cabeza esperando que le dijeran algo sobre el paradero de su amigo, a lo que solo le respondieron: - Todo está en archivo, Antonio y su ex compañero Samuel lograron encontrar esas pistas, deberías agradecerle -. Santiago asintió y se dispuso a irse ,"Maldita sea Antonio, ¿Por qué no me dijiste eso primero?" se repitió en su mente, cuando lo vea le daría las gracias, no le caía mal Antonio, pero era demasiado alegre para su gusto.
Después de una corta conversación posterior a la discusión con su jefe, Santiago se dirigió a las áreas de archivo, las cuales actualmente estaban casi vacías, con la no tan nueva implementación de los Visub la delincuencia ahora había bajado muchísimo, las estimaciones ubicaban que había bajado en un 76%, los pocos delincuentes que se atrevían a cometer algo eran rápidamente atrapados gracias a esas maquinas. Buscó rápidamente la carpeta de investigación de su compañero, cuando la encontró aquel folder tenia anotado rápidamente con pluma negra en su frente el nombre "Alejandro O.D.*", la tomó y se fue nuevamente a su escritorio para poder leerla con más calma, este sería un día largo y apenas eran ya las 7:48 a.m.
*Nota: O.D. lo coloqué como significado de Oficial Desaparecido.
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Visualizador del Subconsciente
HorrorEn esta historia nos ponemos en los zapatos de Santiago, quién es un oficial de caso en la central de policía de su ciudad. Nos ubicamos en un futuro donde se crearon una serie de máquinas y otras formas para poder ver el subconsciente, siendo utili...