Capítulo Extra

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Me encontraba haciendo el desayuno, el día de hoy era bastante frío. Tenía pinta de que fuera haber una tormenta. Saguru se encontraba afuera pues tenía trabajo, algún caso de estos que a él le frustraba.

Saguru se había mudado a mi casa por lo cual vivíamos juntos, también Arsène dejó de aparecer. Muchas personas veían a Arsène como una heroína pues había conseguido hundir a ese hombre pero para otros ella seguía siendo una ladrona que dejó de aparecer después de conseguir su misión.

Durante mi estancia en Japón pude conocer a ese detective llamado Shinichi Kudo, aquél que tantos problemas le daba a Kaito.

Me pareció alguien increíble, sus razonamientos eran precisos y exactos.. Incluso podría decir que él era mejor que Saguru, estaba sorprendida.

El caso es que mientras desayunaba de repente por instinto o vete tú a saber fui al baño. Cuando me levanté sentí un gran dolor en el abdomen bajo y no sólo ahí, también a cada lado de la cintura.

A los segundos de que se fuera un poco el dolor me fijé que por mis piernas salía un poco de sangre, al ver aquello me quedé paralizada.

Tn: Sa-Sangre.. - Fui hacia el salón con prisa y busqué a Roi y a Loren. - ¡ROI, LOREN!

Roi: ¿Pasa algo Tn? - dijo extrañado cuando me vio agachada.

Tn: Sa-Sangre.. Me sale sangre..

Roi: ¡Loren voy a llevar a Tn al hospital! - dijo mientras me ayudaba a incorporarme. Me llevó corriendo al coche y de ahí fuimos rápidamente al hospital.

Nada más llegar me llevaron a la sala de partos pues nada más verme supieron que estaba en proceso de parto, estaba respirando fuerte, con sangre entre mis piernas, una barriga de 9 kilos por lo menos, yo creo que se notaba.

El caso es que nada más llevarme a la sala Roi se tuvo que quedar fuera así que aprovechó para llamar a Saguru, este tardó en coger (tomar) la llamada. Cuando Roi pudo hablar con él pudo oír por un momento un silencio que lo extrañó, lo siguiente fue un golpe seco seguido de oír a Saguru decir "Maldición".

Al parecer Saguru se había caído al saber que ya iba a nacer su niño, le dijo a Roi que ya mismo iría además de preguntarle el lugar donde se encontraban.

Mientras, por otro lado me encontraba yo, en aquella sala, encima de la silla/cama medio tumbada para poder parir. El médico pidiéndome que empujara, las enfermeras ayudándolo, las auxiliares dandomé la mano y pidiéndome que respirara.

Y lo mejor de todo, todos observándome ahí abajo...

Enserio yo necesitaba un poco más de privacidad para parir, ¡¿no creo que el médico necesite de tanta ayuda para ayudarme a parir no!?

(...)

Después de unos cuantos minutos pude parir al pequeño, su cabello era como el de Saguru y sus ojos también tenían ese aspecto oriental..

Tn: Por fin... - dije mientras miraba fijamente al bebé. Este lloraba nada más sacarlo, el oírle llorar me hacía querer ir hacia él y calmarlo.. Supongo que eso es lo que llaman el instinto materno.

Después de que lo revisaran me lo dieron, este nada más dármelo dejó de llorar y se calmó, me dijeron que era por mi voz y mis latidos, ya que el bebé había podido escucharme durante el embarazo.

(...)

Cuando Roi y Saguru pudieron entrar se quedaron viendo al bebé el cual había decidido yo llamarlo Daniel pues era un nombre bastante universal.

Saguru no dejó de sostener a su bebé, estaba feliz pues por fin había podido conocerlo, él quería entrar durante el parto pero no le dejaron entrar ya que vino tarde pero no pasaba nada ya pues por fin lo tenía en brazos.

Aquél nerviosismo se le fue al verlo y tomarlo en brazos.

Roi: ¿Te dolió?

Tn: Se podría decir que.. Si él quiere tener otro hijo se tiene que esperar a que se me olvide el dolor de parto de este. - dije mientras suspiraba.

Roi: Eso es un si.

Tn: Un diez en escala de dolor.

Saguru: Siento no haber estado ahí. Cuando llegué ya estabas a la mitad del parto.

Tn: Tranquilo, no pasa nada. - dije mientras sonreía. - Me alegro que puedas verlo ahora Saguru.

Saguru: Se parece a mi.. - dijo mientras sonreía.

Roi: Bueno, al menos es bueno saber que todo ha salido bien. - dijo mientras ponía una de sus manos sobre mi cabeza. - No sabes el susto que me diste.

Tn: ..... - Empecé a reírme pues no recuerdo haber visto a Roi tan blanco nunca. - Casi te da algo al verme con la sangre.

Roi: No me lo recuerdes...

(...)

Durante estos dos días donde tuve que estar en el hospital, Saguru no se separó de mi ni de Daniel, estaba tan preocupado por los dos que a veces se le olvidaba que tenía que comer.

Saguru: Gracias.

Tn: ¿Um? ¿Por qué?

Saguru: Por darme a mi hijo.

Tn: Tonto.. - dije mientras sonreía al ver cómo este abrazaba a Daniel.

ArsèneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora