Prólogo: Contagiarme un poco de esa locura...

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Por fin había sucedido, debajo del árbol de su madre, Federico y Florencia demostraron su amor con ese beso tan esperado que alargaron por un buen rato, después de una de sus tantas peleas.

Las haditas revoloteaban a su alrededor y el árbol de su madre brillaba de alegría, de la misma manera que estaba brillando el amor entre ellos.

Decidieron entrar por la puerta de la cocina, ya que Fede no quería que Flor cogiera frio en el patio...

- Don Freezer, no se va a arrepentir, no? yo no podría soportarlo - Dijo Flor al ver la cara que había puesto Fede, se había quedado pensando un rato, cuando dijo...

- No Flor, pero hay gente a la cual podemos lastimar, tenemos que hacer las cosas bien- Le contestó Fede.

- Se refiere a Franco

- A Franco y a Delfina - dijo enseñando su anillo de compromiso- hablaré con ellos, y lo dejaremos todo claro.

- Y cuando lo va a hacer, Don Freezer, porque yo quiero que el mundo entero lo sepa...

- El que????

- Que estoy con usted, que estamos juntos, que vamos a hacernos viejitos juntos... - Fede no dejó terminar a Flor y la calló con un beso, se dio cuenta que habían demasiadas palabras y faltaban más besos, todos esos que tenía guardados desde hace mucho tiempo.

El tiempo no pasaba cuando estaban ellos dos juntos, a sus manos les faltaba piel para poder acariciar por el tiempo que habían dejado pasar sin hacerlo. Por fin habían revelado sus sentimientos, por fin sus corazones se habían encontrado, y aunque no todo pintaba de color de rosa y quedaban muchas palabras por decir, una cosa si la tenían clara: su amor nunca pararía de crecer.

A partir de ahora tendrán que afrontar las eventualidades que se presenten los dos juntos y luchar por su amor...

Serán capaces?

Y si no...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora