Y si no...

Al día siguiente del beso

Al día siguiente el sol resplandecía aún más, parecía que el ambiente notaba el amor floreciente que había comenzado a crecer desde la noche anterior.

Federico fue el primero en levantarse y comenzó a recordar como había acabado anoche...

- Florcita mía, que feliz me hacés!!!!!- dijo Federico abrazando fuerte a Florencia.

- Ay Don Freezer, no me diga esas cosas, que se me derrite de golpe y ya es muy tarde para eso...

En eso que entra Delfina a la cocina de repente, enciende la luz y los encuentra a los dos abrazados, al momento ellos se separan y se miran el uno al otro, quedando Fede delante de Flor.

- Que hacés cardito vestida con ese traje de esgrima? - le gritó Delfina a Florencia, con una mirada llena de rabia y odio.

- No la llames así Delfina, sabes que no me gusta- le reprendió Federico- y ese traje se lo dejé yo.

- Ay mi amor, vos y tu espíritu docente, pero sabés que para aprender esgrima se necesita cierto nivel intelectual- le espetó Delfina, con todo el desaire que podía clamar.

- Si, cierto nivel- susurró Flor detrás de Federico, este se la quedó mirando y le dijo...

- Florencia, por favor, dejame a solas con Delfina, necesito hablar con ella- los dos se quedaron mirando, Flor asintió con la cabeza y salió de la cocina.

Federico se quedó mirando a Delfina, y después de verla no entendía como podía haber estado con ella tanto tiempo, era tan diferente a Flor, le faltaban tantas cualidades que a Florencia le sobraban por todos lados, buena persona, altruista, pensando en los demás antes que en ella, se llevaba estupendamente con sus hermanos y seguro que el día de mañana sería una estupenda madre. Que ciego había estado y cuanto tiempo dejó perder, pero eso era algo que iba a solucionar.

- Delfina, tenemos que hablar- le soltó Federico de repente.

- Mi amor, ya sé que no te gusta que la llame así, pero no me gustó en la situación que los encontré.

- De eso mismo tenemos que hablar Delfina. Hace tiempo que esto ya no da para más, vos y yo ya no estamos como antes. Hemos cambiado mucho Delfina.

- Que me querés decir Federico? Estás cortando conmigo? me estás dejando por la cardito?

- Primero de todo ya te dije que no la llames así- increpó Federico, empezando a molestarse- segundo sí Delfina, te estoy dejando, está relación no va a más y tercero no es por ella, ya hace tiempo que esta relación tendría que haber terminado.

- No es así Federico, ella se puso en medio de los dos, somos la pareja perfecta!!!! Que dirían tus padres??? ellos siempre quisieron nuestra unión!!!!

- Puede que sí, pero en un pasado, estoy seguro que ahora me apoyarían, y querrían que fuese feliz, y contigo no lo sería Delfina. Por favor, no alargués esto más de lo necesario, tomate unos días para poder marcharte. Si querés tenés el departamento de quintana para poder ir con tu mamá.

- ME ESTÁS ECHANDO FEDERICO???? a mi y a mi mamá????

- Delfina, no tiene sentido que te quedés aquí si ya no vamos a estar juntos, quédate el departamento como recompensa del tiempo que hemos estado juntos.

- Federico, me la vas a pagar- Se fue Delfina de la cocina echando humos y soltando maldiciones pero Federico estaba feliz, más ligero que nunca, se había quitado un peso de encima y estaba listo para empezar su vida junto a su amor.

Federico volvió a la realidad, y se dirigió a la cocina para ver si su Florcita se había levantado ya, y efectivamente allí estaba, sirviendo el desayuno a sus hermanos. El ambiente era relajado y distendido. Definitivamente, se podía acostumbrar a esos desayunos y a lo que viniera...