Naruto tenía las manos más suaves de lo que cualquiera podría pensar, yo puedo dar fe de eso.
La primera vez que sus manos me recorrieron fue en su departamento luego de la guerra. Debo decir que entre la muerte de neji y el desprecio de mi clan era una manera de llenar ese vasio.Verlo en una faceta de amoroso esposo y gentil civil me abrió los ojos para una nueva visión de lo que podía llegar a ser el ninja que copia. Pero no era amor era culpa con una mezcla de lastima.
Pero no tarde mucho en darme cuenta que la relación no iva a llegar a nada. Sus salidas furtivas, a sus secretos le consumían por dentro, y por un par de meses lo acepte, le espere con ansias luego de cada misión, le ame con toda la pasión que mi cuerpo y mi alma me permitieron. Solo Dios sabe cuántas veces lloré su ausencia durante días, cuantas veces le rogué a mis ancestros que le cuidaran, que trabajaran en el que lo cambiaran que el me amaba.
—Hey— llame su atención aquella noche de enero. Estaba afeitándose la barba. Me miro a través del espejo.
—¿Sucede algo? — pero él debía saber tanto como yo lo que sucedía. Lo veía en su ojo azules avasallándome, partiéndome en dos.
—Sabes, he pensado en que deberíamos consolidar esto. No creo nues-
—No creo que debamos—me corto en seco. Abrió la llave de agua.
—Me cansé de ser tu secreto, — solté de repente. Se detuvo por un momento dándome la espalda de camino a la puerta de la habitación.
Tal ves, sorprendiendose que la amable chica que conoció hablara así.
—Ya veo, ¿Solo es eso?
Pero no dije nada. Sali de mi cuerpo, no fui yo en ese momento, perdí las fuerzas. Me convertí en un pequeño animal sumiso que estaba a punto de ser devorado por un lobo. Y aunque quería pegar un grito al cielo y destrozarle la cara, decidí quedarme en silencio y destrozarme a mí misma.
Los pasos de sus zapatos sonaban en el piso al compás que lo hacían los trozos de mi corazón.
Nos dejamos cuando por fin pude ver que le importaban más sus secretos que yo misma, cuando me di cuenta de que me estaba convirtiendo en uno de sus secretos.
Luego de dos meses meses en primer aniversario de la guerra un anunció tan esperado sucumbió la aldeas nijas.
La boda entre el héroe de la guerra Naruto Uzumaki y la nueva sannin de las babosas.
Observe su felicidad desde lejos cuando se unieron en aquella ceremonia supe que mi tiempo ahí se había acadabo que ya no podía vivir en esa aldea.
Y con la tristeza con compañía me fui, y un secreto.
..........
Boruto nacio un 11 de septiembre de ese mismo año.
Realmente no recuerdo mucho de eso. Aun siento los dolores, aun alucino por los medicamentos. Aun lo veo ahí a mi lado sosteniéndome la mano, susurrando lo bien que estaríamos. Contándome historias de nuestra vida juntos, pensando en su pequeños.
Sus manitos eran muy pequeñas, su narices tan perfecta, su cuerpo tan redondo.
Boruto era etéreo, no era de este mundo. Para mi el se convirtió en mi nuevo mundo.
Y aunque estaba tan asustada, lo sostuve en sus brazos como queriendo no soltarlo nunca, y yo estaba segura de que nunca lo haría, yo me aseguraría de que así fuera. A los 20 años empezó mi nueva vida a su lado y era una que no cambiaría nunca por nada.
Boruto hablo antes de caminar, sus primeras palabras fueron papá y mamá, sus primeros pasos fueron fuera de la casa, el primer juguete que eligió fue un enorme perro y nomas cumplió los tres años me que quería ser ninja.
Boruto aun no entendía por que ocultaban mis verdaderos ojos, y por que nunca se quedaban en un lugar por mucho tienpo pero de que algún dia lo entendería.
Pero la llegada de el cambio rotundamente nuestra pequeña familia.
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Lo que nunca te dije
FanfictionMe fui el dia de su boda, llevándose con migo un gran secreto.