Improvisar es un arte que conozco a fondo.

Dilemas

A diario nos enfrentamos a distintos dilemas y buscar la forma de solucionarlos es casí siempre la primera opción; pues bueno, creo estár en uno de ellos en éste preciso momento.
Como es costumbre de mi cerebro despertarme a la madrugada, ésta vez son las 4:32am y me pregunto por qué o para qué empecé a redactar todo esto, y aunque la respuesta sea muy fácil para algunos escritores, para mi no lo es porque no soy una escritora y sólo estoy improvisando.
Me gustaría saber si esos grandes de la literatura en algún momento se vieron en esta situación y cual fue su respuesta, que habría pensado Márquez, Cortázar, Bohorquez, Benedetti, Neruda, Llosa, Borges, Shakespeare, etc., sobre todo lo que un día cualquiera se sentaron a escribir, si en algún momento imaginarón el impacto que podrían tener sus palabras, si realmente sus escritos eran lo suficientemente precisos ante lo que querían decir, pero sobre todo, si eso de verdad los hizo felices.
Son preguntas que me surgen en un momento inesperado, que quizás jamás tengan respuestas, que quizás no deban importarme, pero aún así, creo que serían esencial para salir del dilema en el que ahora me encuentro.
Porque para escribir se tiene que ser muy conciente aunque creas estar loco, muy aterrizado aunque tus pensamientos estén en Júpiter, muy lógico aunque todo sea confuso, muy sabio aunque no entiendas nada, muy creativo aunque las palabras se queden cortas y muy soñador aunque la realidad nos absorba.