El mal está bajo el mismo techo

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Arturo se encontraba jugando fútbol con su abuelo en el patio de la casa, el hombre mayor no pudo evitar sentirse orgulloso del chico, en verdad tenía mucho talento, en este momento se encontraba agradecido con la vida, su deseo se está haciendo realidad, tenía un nieto de diez años con el que podía ir a pescar, ver las carreras o jugar fútbol, entre otras cosas, y lo más emocionante es que en unos meses su segundo nieto vendría al mundo

Mamá de Escanor: hey chicos tomense un descansó, les he traído un poco de limonada y galletas con chispas de chocolate (mientras colocaba la bandeja en la mesa)

Arturo: mmm, delicioso (tratando de agarrar una galleta)

Mamá de Escanor: cuidado, no te vallas a quemar, están recién hechas

Arturo: cool, gracias ab.... Gracias señora

Mamá de Escanor: hey sabes que me puedes decir abuela, después de todo lo soy

Arturo: ok, gracias abuela

Mamá de Escanor: (sonando su celular) voy a contestar, hay vengo

Papá de Escanor: conociendo a tu abuela, estará organizando una salida con sus amigas

Arturo: y eso es bueno o malo?

Papá de escanor: bueno para ella pero para nosotros, solo te digo muchacho que si a tu abuela se le ocurre meternos en eso, que dios nos agarre confesados (riéndose)

Daymon: papá, alguien está en la puerta, quiere hablar contigo

Papá de Escanor: cierto, tengo unos asuntos de la manada que atender

Daymon: cierto, olvidaba que aún te encargas de la manada, aunque ya estás retirado

Papá de Escanor: por mucho que me guste trabajar en la taberna, extraño hacerme cargo de la manada

Daymon: pero, esa ya es la responsabilidad de Escanor (haciendo una mueca) después de todo, el es el alfa

Papá de Escanor: el es el alfa (viendo a Arturo) en los próximas semanas o mejor dicho meses el necesitará ayuda, no solo con la manada, también con su familia, así que solo lo ayudó en lo que puedo, bien muchacho ahorita vuelvo para seguir jugando, mientras come tus galletas
(llendo se)

Arturo sentía la mirada de Daymon sobre el, sabía que no le agradaba y para ser honestos a el tampoco le agradaba, desde que llegó el molestaba mucho a sus padres, sobre todo a su papá

Daymon por su parte se encontraba molesto, sentía envidia y celos de su hermano menor, el siempre lo tenía todo, el cariño de sus padres, el poder de la manada, el respeto de todos y ahora una familia, aún no entendía por qué ese cachorro era tan importante para ellos, el no se tragaba el cuento de que simplemente ella se había encariñado con su alumno, intento comparar el aroma de ella con el de el, pero no había similitud, en definitiva no era su hijo, no pudo evitar gruñir le

Arturo: ocurre algo? (Desconfiando de el) por qué me gruñe? No le caigo bien?

Daymon: es solo que estoy confundido, tienes un talento especial o eres descendiente de alguna raza poderosa? O simplemente eres un patético humano

Arturo: solo soy un humano

Daymon: (enojado y tomando a Arturo del cuello) escucha mocoso, ya he sido humillado toda mi vida por el idiota de mi hermano menor, no estoy dispuesto a ser humillado por un cachorro humano

Arturo: me lastima, yo no le he hecho nada

Daymon: eres una amenaza, tu y tu madre lo son, no dejaré que arruinen mis planes, óyeme bien cachorro no aspires al puesto de alfa de la manada, porque no será tuyo jamás (mientras lo sacudía y lo aventaba)

Encadenada a un AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora