La temperatura había subido considerablemente el día viernes a pesar que aún no era ni medio día, haciendo que cualquier estudiante que saliera temprano y llevara un uniforme completo deseara deshacerse del mismo.Este era el caso de los chicos que iban caminando a la par entre charlas triviales, siendo un adolescente de cabellos blancos que parecía que en cualquier momento caería de rostro al pavimento, mientras que el otro adolescente a su lado, un rubio bien peinado simplemente mantenía su espalda recta; como si no estuviera deseando hundirse en agua helada.
––Odio cuando hace tanto calor, ¡siento que en cualquier momento podría morir ahogado en mi propio sudor!
El rubio paso su mirada seria a su compañero, no demostrando su desagrado mas si soltando un bufido en respuesta. ––Quejarte del día no hará que cambie y lo que acabas de decir es algo sumamente asqueroso, Gojo.
Gojo puso una expresión indignada, volteando su rostro hacia Nanami con una rapidez increíble mientras abría su boca para reclamar, reclamo que murió en sus labios cuando una tercera persona se hizo presente ante los dos pares de ojos.
Cabello color cerezo despeinados en distintas direcciones, lentes rosado de sol de forma de corazón y ropa corta de verano.
Los dos adolescentes compartieron un mirada rápida, decidiendo en silencio culpar al sol del rubor en sus mejillas, siendo que eran muy orgullosos como para aceptar que se sonrojaban por solo la presencia del hombre mayor. Ese que regaba tranquilamente en estos momentos, ajeno a los dos adolescentes abombados.
Gojo parpadeó debajo de sus propios lentes de sol, admirando en un vistazo las tonificadas piernas que su vecino dejaba ver por el uso de un pantalón corto arriba de la rodilla, centrandose en cualquier parte de la leve bronceada piel que estuviera descubierta.
––Dios, es que no hay nada en el señor Itadori que no sea hermoso. ––Murmuró embelesado, ganando un golpe en la nuca por parte de Nanami.
––No seas un cerdo. ––Nanami le murmuró entre dientes con veneno, sin siquiera mirarlo, con sus ojos fijos en el joven hombre que ambos tenían por vecino–– Buenos días, señor Itadori.
El hombre de cabello rosa que estaba en el jardín delantero un poco alejado de ellos, regando unas pequeñas platas cerca de una de las ventanas de la casa, levantó su cabeza para mirarlos a través de los vidrios rosados.
––¡Hey chicos! ––Él Gritó con esa voz dulce, al mismo tiempo que agitaba levemente una de sus manos en saludo, con una ernome sonrisa que no hacía más que embellecer sus rasgos.
–– ¿Cuando dejara que me lo folle señor Itadori? –– El adolescente de cabello blanco esbozo una sonrisa depredadora ante su pregunta sin respuesta, acomodando con dos de sus dedos sus lentes oscuros.
Su compañero de séptimo año, Nanami, en cambio apretó su mandíbula con molestia, propinandole otro golpe pero más fuerte en la nuca. Temiendo que el lindo hombre se sintiera incómodo si tan solo escuchara los comentarios que su pervertido compañero hacia con respecto a su cuerpo.
––¿Qué dijiste, cariño?
––Uhm... ¡Nada, señor Itadori! ––Exclamó Nanami sin un poco de vacilo en su voz, ganando otra de esas hermosas sonrisa que poseía el hombre a solo dos casas de la suya.
––Sí, nada.––casi escupió el chico de cabellos blancos con malhumor, pero al instante se reincorporó––¡Tenga un lindo día!
Ambos adolescentes recibieron un feliz “igualmente, chicos” por parte del hombre que se había volteado para seguir regando las múltiples plantitas. Sin saber que estaba expuesto a las miradas de dos chicos totalmente diferentes que no se llevaba del todo bien, pero que compartían un interés en común.
Siendo ese interés nada menos que él.
––Eres un maldito depravado, Gojo. ––casi siseó Nanami mientras comenzaban a caminar nuevamente, aflojando con una sola mano la corbata que se veían obligados a usar.
––mmh.. ¡Quizás! ––el albino levantó sus hombros mientras sonreía con diversión––Pero no puedes negarme que el señor Itadori es un hombre muy lindo.
––Lo es, por supuesto. Pero eso no te da derecho a mírarlo de esa manera y hacer comentarios vulgares.
La carcajada sonora del albino resonó en las calles poco circuladas, esto era lo que pasaban la mayor parte de las semanas con ambos compañeros de clase. Con un crush por el joven hombre de cabellos rosados que se había mudado no hace más de dos meses a ese tranquilo vecindario, encantando a su paso a las personas sin darse cuenta, con su agradable personalidad y su bonita sonrisa.
Él era después de todo, el señor Yuuji Itadori.
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〔 Inspirado en el audio de TikTok "Hey miss parker" (?) sí, es bizarro. Pero yo soy un ser bizarro tanto como ustedes también lo son, seamos honestos. 〕
፧No me gusta mucho el shipp de NanamixYuuji, pero a mucha gente si. Además necesitaba alguien serio para el papel (inicialmente en su lugar estaba Suguru) pero quien mejor que Nanami.
፧Sí, séptimo año. En mi país, en algunas secundaria tienen un año más. Tendrían alrededor de dieciocho años, todo legAl.
፧Si la entidad en la que sea que crean quiere, quizás tengan una próxima historia de temática omegaverse (la primera de mi autoria).
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El señor Itadori
Romantik˗ˏˋ 𝐄𝐋 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐈𝐓𝐀𝐃𝐎𝐑𝐈 ˎˊ˗ ────────────── En la defensa de los dos adolescentes que habían caído por él sin darse cuenta, el señor Itadori era un hombre realmente atractivo. ʚ Mundo Alternativo. ʚ Alteración de edad. ʚ Los personajes me...