For Kim (G!P) Jenlisa

Capítulo 036

Año 2023
Miami; Florida

- Jennie, Jennie - alguien me llamaba y voltee para ver quién era

- Otra vez… Lauren - suspire con frustración

Hoy me encontraba en el BlackPink. Las reparaciones las comenzamos desde los cimientos, para hacerlo más grande, tal vez unos dos pisos más. Quería que fuera magnífico sin saber que años después esa cosa me caería encima, ahss. En fin, todos los días que estaba aquí, alguien llegaba a molestar y está vez fue Lauren

- Oficial Jauregui - revisé unos papales que me daba Gowon, le asentí y ella se marchó a mostrarle al arquitecto - ¿Qué la trae a mi casino?

- ¿Quiero saber que sucedió aquí? - tenía esa presencia imponente, pues era policía, pero la verdad es que ella no causaba nada en mi - ¿Por qué el casino termino así?

- Un cliente no le gusto el servicio - acomode mis lentes de sol - Se alteró demasiado y lo demás es cuento

- Es un poco extremo - ella se acercó - Nadie se enoja por mal servicio y destruye un casino

- Pues este idiota si. Y si me disculpa, tengo muchas cosas que hacer - camine hacia otra dirección, pero ella hablo

- Señorita Brueschweiler - me detuve - No sé qué está ocultando aquí. Nadie me quiere decir, pero lo averiguaré por mi cuenta

- No lo haga, sabe bien a quien se enfrenta, es mejor dejar las aguas en calma - ella alzó una ceja - Solo le daré una pista, la culpable fue un demonio, es mejor dejar quieto lo que está quieto

- No les tengo miedo, a ninguno de ellos - su voz sonó firme y decidida. Yo solo me burle

- Haga lo que quiera, solo espero y no termine como su padre - hice una seña de muerto con mi cuello - Véalo como una recomendación

Y me aleje de allí. Sabía que convivir mucho con ella me traería problemas, la policía era muy entrometida últimamente cosa que molesta

- Ya quiero terminar con esto y ver a Lisa - suspiré frustrada - Ya me quiero ir a New York

Infierno

- ¡YAAAA! ¡POR FAVOR!

Un alma suplicaba por su vida hasta más no poder. Los demonios se reunieron hasta donde se escuchaban los gritos

- ¡NO, MALNACIDO! - otro latigazo - ¡ELLA TAMBIEN TE ROGABA QUE TE DETUVIERAS, PERO NUNCA LO HICISTE!

- ¡ELLA ERA UNA PERRA! - escupió sangre mientras sonreía - ¡Ella es igual a Jenner!

- Me vale un comino - Lalisa agarraba otro utensilio de tortura - Lo que pasó en el pasado no me interesa, pero lo que hiciste con Jennie ahora, no te lo voy a perdonar

- ¡Lalisa! - Lucifer apareció con cara de pocos amigos - ¿Qué está pasando aquí?

- Su majestad, la princesa está torturando en persona a esa alma - Leviatán parecía divertido - Y tiene un gusto por la tortura exquisito, como si ese trabajo lo tuviera desde hace años

- Lalisa, no tienes permitido hacer eso. Eres un guerrero, no un demonio. Mira en lo que te conviertes - la agarro de la mano - Leviatán, tortúralo tanto que no pueda más, y no solo aquí usa todo el infierno si es necesario

- Enseguida, señor - Kai miraba con miedo al demonio - Amiguito, tú y yo nos vamos a divertir muy, pero muy bien - saco su gran lengua y dejó ver sus horribles colmillos

Mientras Lucifer llegaba con Lalisa al castillo. Dejo a Lalisa en su aposento y la hizo mirarse al espejo

- ¿Enserio quieres convertirte en esto? - la estampó contra el espejo - Abre los putos ojos, Lalisa - la chica lo hizo lentamente - Te estás convirtiendo en un demonio

La mitad del rostro de Lalisa estaba con una gran marca negra, desde su frente hasta su barbilla, pasaba por su ojo, el cual, este también estaba de color negro con la pupila roja. Todo su lado derecho de la cara era un demonio. Las marcas negras alrededor del ojo, su marca maldita ahora estaba en todo el brazo y su cabello se tornaba rojo sangre

- Si sigues así te convertirás en un demonio, torturar es de los lacayos, los reyes vemos desde el pedestal y no quiero que tú seas mi sucesora, para eso está Verónica, ella después tendrá más hijos para eso

- Yo asesine a Melissa - las lágrimas salían de sus ojos y de su ojo derecho eran negras - Yo acabe con la sucesión de Lucifer

- No, hija. Melissa no iba a ser sucesora después de todo. Esto se sabía desde un principio, ella nunca vino al infierno, ella no sabía que era estar aquí, por esa razón nunca pensé que sería mi sucesora

- Abuelo, ¿Dónde está el alma de Melissa?

- Los demonios no tienen alma, no cuando nacen siendo demonios y no se convierten como tú, como Jennifer o, yo. Ellos si mueren iban al Inframundo, pero luego de que Accelerator despertara, sus almas solo se extinguen y se van

- Me siento perdida, abuelo - aferró sus manos al cristal - Siento que muero por dentro

- Para que eso cambie tendrás que irte, me gusta mucho jugar y convivir contigo, pero este no es tu lugar, aquí solo estás cambiando

- Abuelo, déjame sola, por favor - el demonio asintió y salió

Lalisa se miró otra vez en el espejo y cuando miro ese rostro, ella sentía que no le pertenecía, pero eso era lo que era, un monstruo. Poco a poco en sus labios se dibujó una horrible sonrisa y una voz salió de sí misma que ella no sabía de qué se trataba

- Lalisa, Lalisa - veía su propio reflejo - Tan linda chica corrompida - la Saiyajin tenía miedo - ¿Sabes quién soy?... No, apuesto que no. Soy tu lado oscuro y demoníaco que tomara tu cuerpo poco a poco - su mano derecha se levantó y vio sus uñas negras y largas - Te alejaste de tus seres queridos. Ya nadie te quiere

- ¡Eso es mentira! - golpeó el espejo

- Tu alejaste a Jennie y a Elizabeth. Mataste a tu familia antes y ahora a tu hermana. Tu madre no te quiere ni ver y Lucifer solo está contigo por lástima

- ¡Mentira, mentira! - golpeaba sin parar el espejo - ¡DEJA DE MENTIR!

- ¡TU DEBERÍAS DE DEJAR DE MENTIRTE A TI MISMA! - volvió la sonrisa - Solo recuerda esto... Sigue cómo vas y me alimentaras, es un consejo de tu buen amigo el demonio que está dentro de ti

Con fuerza Lalisa rompió el espejo y destruyó todo lo que estaba en la habitación. Lucifer estaba en el lugar de la cripta de Jennifer sentado con la mirada perdida, mientras que la mujer escuchaba todo

- La oscuridad nos acompaña a todos, pero algunos más que a otros. La vida es un simple viaje que cumplimos en algún momento. Pobre Lalisa, ella aún está empezando a vivir