The One That Got Away

Nunca había sentido tanto dolor. Nunca. Ni cuando su madre la vendió a un par de desconocidos para poder conseguir un poco más de alcohol y drogas.

Mucho menos cuando entro a la habitación roja, el dolor era para débiles. Tenía que levantarse aunque sus huesos ardieran y la sangre le escurriera.

Una viuda negra no sentía dolor.

Ahora quería morir.

Estaba en su antigua habitación del complejo, mirando su pequeña maleta que utilizó mientras era una fugitiva junto al Capitán América.

Del bolso sobresalía un sobre blanco, perfectamente doblado y una cajita de terciopelo color rojo.

Mordió su labio y miró a otro lado.

Tres semanas. Tres semanas y dolía como el mismo infierno.

Tomo ambas cosas y las pego a su pecho, sintiendo las lágrimas picar en sus ojos y el dolor en su corazón apretarse. Quería llorar, quería gritar y quería morir, quería ser uno de los desaparecidos por el chasquido.

Pero lamentablemente no lo era.

Miro la ventana del complejo ahora que la habitación estaba inundada por una luz cegante y el sonido de un vuelo estremeció el lugar.

— Es ella. Lo encontró.— Interrumpió Bruce abriendo la puerta de su habitación.

Natasha lo miró sorprendida, guardando el sobre y la cajita en su bolsillo trasero mientras corría en dirección al jardín donde Carol Danvers deposita la nave en el suelo y un deteriorado Tony Stark bajaba, acompañado de alguien más.

El capitán se acercó, tomándolo al verlo titubear.

— Perdí al niño.— Murmuró siendo sostenido por Steve.

— Perdimos a todos, Tony.— Respondió el Capitán América. Pepper se acercó a ellos y acarició al amor de su vida.

Ella lloraba, no podía creer que Tony siguiera vivo luego de estar en medio del espacio sin comida y poco oxígeno, pero aquí estaba. Vivo.

Los vengadores entraron de nuevo al complejo y Natasha seguía sin hablar, porque si lo hacía sabía que lloraría. Thor y Clint corrieron a la bahía médica en busca de lo que el capitán les había pedido para estabilizar a Tony quien seguía abrazado de Pepper.

La chica misteriosa estaba a unos metros de Natasha mientras Carol bebía una copa de vino de forma rápida.

Nat no la conocía pero sabía que estaba demasiado dolida por la pérdida de Nick. Ella había perdido a alguien como todos.

Clint perdió a su familia y está al borde del colapso.

Tony Stark perdió al niño Parker.

Thor perdió a su hermano.

El Capitán perdió media nación.

Y ella... Ella perdió su mundo.

Los chicos volvieron y colocaron las cosas al lado de Steve quien no hablaba y solo canaliza a Tony.

— ¿Dónde está ahora?— Pregunto desde la silla de ruedas.

— No lo sé. Abrió un portal y lo cruzó.— Contestó Steve cruzándose de manos. -- Tenemos tres semanas buscándolo. No hay nada en los satélites y no hay rastreos. Ustedes pelearon.

— ¿Quién dijo eso?— irrumpió Tony. -- No peleamos. Él me golpeó con un planeta mientras el mago le dio lo que él quería. Eso pasó, no hubo un combate.