Capítulo 2

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Kyle me acompañó hasta casa, su padre utilizó la patrulla para llevar a la comisaria al ladrón, y encargó a su hijo que me no me dejara sola en la calle, por esa razón caminamos juntos.

El regreso era incómodo, pero no silencioso. Las botas que usaba Kyle eran exageradamente escandalosas cada que daba un paso, supongo que era por el metal que estaba añadido en el zapato.

Sentía la necesidad de hablar para olvidar ese sonido:

—Se parecen a las botas de Woody de Toy Story—mencioné en automático, y pensé en Dean. El diría una frase como esa, siempre aludiendo a una película infantil. Creo que, al pasar mucho tiempo con él, se me queda grabada su forma de hablar.

Kyle soltó una carcajada, bueno, al menos la conversación no se tornaría seria.

—¿Tú crees? —alzó un pie, dejando ver la suela de su zapato—, No lo creo, no dice Andy.

—Es una lástima, creí que eran idénticas—seguí su juego.

Kyle ladeó la cabeza y agregó: —Oh, mira, pero sí tiene dueña. Dice Nicole.

Me tomó por sorpresa y paré en seco, relamí mis labios, el coraje que los habían secado.

—No puedes pasar cinco minutos sin coquetear con nadie, ¿verdad? —lancé una mirada retadora, realmente me molestaba sus indiscreciones—. No te confundas, solo estaba siendo amable, me siento agradecida por salvarme hace rato. Es todo.

—Pero Nicole....

—No, cállate—interrumpí de manera brusca—. Estoy con Dean, debes respetarlo.

—Él ni siquiera te hubiera protegido como yo lo hice...

—Por supuesto que sí.

Kyle resopló enfadado:

—Seguramente se hubiera desmayado en el primer golpe, o tal vez sangraría y se tiraría al suelo,  es lo único que sabe hacer: dramatizar...

—¡Basta! —alcé la voz—. No voy a permitir que hables así de mi novio.

—Bien—se encogió de hombros—, solo dije la verdad.

Achiqué los ojos en forma de desprecio.

Es cierto que Dean no era un gran atleta y que al correr se le iba la respiración como un anciano, pero eso no le restaba coraje para sacar lo mejor de sí mismo si me encontrara en peligro.

Por Dios, él ya ha tenido un enfrentamiento con arma de fuego, y solo por salvar a Wifi. Obviamente arriesgaría la vida también por mí.

El resto del camino no hablé con Kyle, la buena noticia es que no duró mucho tiempo, solo estábamos a una cuadra de mi casa.

Quise despedirme antes para evitar que entrar a casa, pero él insistió neciamente en acompañarme hasta la puerta. Y mi temor a generar más problemas estaba latente.

Al empujar el cerrojo de casa encontré rápidamente a mis padres, y a Dean en la sala. Todos daban la impresión de preocupación y ansiedad; Madre tenía sus manos enlazadas y pegadas a su boca, como si hiciera una plegaria. Padre se rascaba el cuello con frustración. Dean deslizaba sus dedos y los enredaba en sus preciosos rizos, mientras mecía su cuerpo.

Cuando voltearon a verme, sus expresiones cambiaron para bien, la paz y tranquilidad abundó en la habitación. Todos se levantaron para acudir a mi presencia y pedirme explicaciones.

Kyle seguía a mi lado, entonces él relató a mis padres el intento de robo. De cierta manera eso aminoró los regaños y cargos que pudieran decirme.

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