Cap 1 : La boda

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30/8/17

El viento, hacia que los árboles chocaran contra las ventanas del hotel, el sol calentando mi espalda todo parecia perfecto mientras despertaba junto a una hermosa mujer con ese pelo rubio que me...
Pelo rubio, pero esta chica es castaña, que dia es? Tomo mi telefono de la mesa de luz intentando mantenerme parado. Treinta de julio, 8 A.M. Liane me va a matar si llego tarde, y mas si se entera que no llegue a nuestra boda por quedarme dormido con otra. Me cambio rapidamente mientras intento recordar la noche anterior, Marco y los chicos en la camioneta del entrenador, el bar, por lo mareado que estoy seguro tome demaciado, y Rebeca, ese era su nombre. Ni siquiera intenté despertarla, corrí afuera lo mas rapido que pude procurando tener el anillo y mi telefono. Lo primero que veo al salir es a Marcos, Edgar y Luka esperando en la camioneta.

-La pasaste bien Lee? -Dijo Luka con una gran sonrrisa.

-No tengo idea, apenas recuerdo mi nombre -Conteste subiendo a la camioneta -Tengo que pasar por la tintorería a buscar el traje, corre antes de que mi novia me mate Marc.

-Ey, con calma, todo saldrá bien compadre -La vos de mi mejor amigo sonaba calmada, para el es facil, esta soltero y no le tiene que rendir cuentas a nadie.

No tenia tiempo de ir a casa, me cambie en la camioneta y corrimos contra reloj para llegar a tiempo a la boda. Caminar por ese estrecho pasillo, con todos tus familiares y los de tu novia mirándote, juzgando, puedo sentir sus miradas penetrantes en mis ojeras y en el chupón de mi cuello que sobresalia un poco por mi camisa.

-Es demaciado tarde? -Pregunte al cura.

-No, todavia no llega la novia hijo, quedese tranquilo -Esas palabras me aterran y me dan paz al mismo tiempo.

Quiza a ella le paso algo y por eso aun no llegó, la boda era a las 9 A.M. y ya son las 9:30 de la mañana. Por suerte ella no me vio llegar tarde, o mi cabeza estaria rodando por el piso.

Cinco minutos pasaron antes de oír la musica, era la típica cancion de cuando entra la novia, pero ella lo hacia ver tan especial, ese vestido tan hermoso que estaba esperando por ver hace mas de dos meces, era hermosa. Ahora si, su pelo rubio que siempre me volvió loco, su pequeño cuerpo que casi no se distinguía entre tantas capas de tela, y sus ojos azul marino encontrando los mios formando una sonrisa es su rostro.

Las lagrimas comienzan a caer solas por mis mejillas, no puedo controlar las, solo fluyen mojando mi rostro. Ella no se queda atras, y para el final de la seremonia su maquillaje estaba corrido y su cara empapada, como la primera vez que la vi, bajo la lluvia de otoño corriendo al mismo taxi que yo.

"Se pueden besar"

Nunca pense que esas tres palabras podrían ser tan importantes para mi. Eran tan insignificantes y especiales al mismo tiempo, tantos sentimientos encontrados, tanta felicidad acumulada saliendo en lagrimas, obvio que la iba a besar, estube parado una hora esperando a que me dejara hacerlo. No dude en tomarla de la cintura y atraerla hacia mi, nuestros labios se juntaron y no queria soltarla nunca, ahora era mi esposa, ya no era la chica con la que salgo, era mi mujer, y nadie me la podia quitar.

-Ey campeón, guarda energía para la luna de miel -Susurró en mi oído separandose -Vamos a salir o que? Nos estan esperando para tirarnos arroz.

-Si tu quieres podemos salir y que nos bañen en arroz, o podriamos tener una pequeña fant -se mano tapa mi boca.

-Estas loco Gadeon. Vamos afuera antes de que se te ocurra hacerlo en una banca de la Iglesia - Destapo mi boca y salio corriendo mientras yo la perseguía.

Al llegar a la puerta, le di un beso corto y salimos de la mano tapandonos del arroz mientras nos dirigiamos a la limusina. El camino a casa fue corto, teniamos que cambiarnos rapido para ir a la fiesta. Creo que fue mala idea contratar un bartender que supiera hacer tantas cosas, probe todos los tragos que sabia hacer, y si de por si ya estaba mal de la noche anterior imaginense echar mas alcohol ensima.

No se en que momento comenzó el vals, de a poco todos se sumaban grandes y pequeños, incluso Mel, la hija de mi cuñada, normalmente buscaba a alguien de su edad para charlar y no estar con los adultos, pero ahi esta, bailando como si no hubiera mañana, dejando a mi ahijada sola en una mesa, con su telefono. La hija de Edgar, Tiana, es una gran amiga de Mel, pero ultimamente estan algo distanciadas, problemas de adolecentes supongo.

-Creo que ya es hora de irnos -le dije a mi ahora esposa luego de despedir a la ultima persona.

-Si, vamos a casa, sin como las 7 A.M. necesito dormir un poco -Despues de acomodar un poco el lugar y terminar de pagar algunas cosas, nos fuimos a casa...

"Nuestra casa"

Suena hermoso escucharla decir eso, y no es solo una vez.

-Nuestra casa, la casa de los dos, una casa, -Da in espacio para resaltar la palabra -Nuestra.

La mafia de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora