Tu ausencia.

704 90 37
                                    

Dolor. Lo único que siento es dolor que me cala los huesos, un sentimiento que a pesar de haber estado ahí siempre, ahora se hace diferente, lo desconozco totalmente, estoy más vulnerable que nunca. Siento el mundo derrumbarse frente a mis pies y que esta vez no sobreviviré, no vale ya hacer esfuerzo alguno para sobrevivir.

Intenté casi todo para convencerte y milagrosamente lo logré, decidiste creer en mí, íbamos a luchar juntos para vencer a quien sea que esté a cargo de la AVT. Íbamos a liberarnos para así poder ser felices, si tú en algún momento deseaste serlo a lado mío. Ahora nunca lo sabré.

Un mal cálculo de mi parte, un mal movimiento, quizá el no haberme movido para que me podaran a mí y no a ti, la mala decisión de incitarte a hacer esto terminó con lo que ni siquiera había comenzado aún.

Recién me dijiste que podía ser una buena persona, enalteciste a mi persona y se sintió muy bien.

Soy un idiota, ¿cómo pude pensar que yo podría ser el héroe una vez en la vida? Mi destino está escrito. Lo que hace a Loki un Loki es perder siempre, no importa el tiempo o lugar, o las buenas intenciones que tenga de hacer algo bueno de verdad. Nada de lo que haga causará cosa contraria a la muerte y destrucción.

Tu rostro, mirar tu rostro mientras te desvanecías entre esos destellos de colores me partió el alma, tus ojos reflejaban miedo, confusión, me pedían ayuda y no hice nada para ayudarte.

Y ahora estoy aquí, con los ojos hinchados, rojos y llenos de lágrimas, abrazando a la nada, justo donde tú estabas de pie hace un momento. ¿Qué hago? ¿A quién recurro para darle mi vida a cambio de la tuya? Te necesito aquí, vivo, con tu semblante sereno pero autoritario, haciéndome sentir que de verdad soy alguien, alguien bueno que logra hacer las cosas bien.

El aire me está faltando en mis pulmones, pienso en dejarme morir, quiero morir, después de todo siempre estaré solo, ¿no?

¿Quién va a notar mi muerte si no tengo a nadie? Estoy condenado a estar y morir solo.

La rabia y la impotencia se hacen cada vez más presentes en mi ser. De la frustración golpeo el suelo una, dos, tres veces... no siento cuando un trozo de este mismo se levanta ante los golpes y se entierra en la palma de mi mano. Estoy sangrando. Pude haber hecho más por ti.

Me dejo recostar en ese mismo suelo, cierro los ojos y pienso en el día que te vi por primera vez. Te odié, me desagradaste por completo, pero cuando me encontraste en aquel estado de vulnerabilidad después de ver literalmente mi vida pasar por mis ojos todo cambió, me adoptaste y por primera vez en mucho tiempo me sentí seguro, protegido. Me diste un espacio y me regalaste tu tiempo para escucharme. ¿Cómo alguien como tú se animó a confiar en alguien como yo? Quizá solo fuiste un estúpido. Quizá el estúpido fui yo.

Recuerdo que solo bastó de un día, un maldito día para que me enamorara de ti, no entiendo como aquello fue posible, no estaba en mis planes, quería matarte, ansiaba enterrarte una de mis dagas. Me las enterré a mí mismo.

Estábamos en tu habitación, ese día te dedicaste a estar solo conmigo, me enseñaste cosas de la AVT, fuiste extraordinario al tratar de explicar todo, nunca conocí a alguien tan dedicado como tú, ahora entiendo por qué te costó tanto creerme. Imagina que algo a lo que dedicaste tu vida entera resulta ser una farsa.

Ese día te besé. Te dije que ya me había cansado de estudiar esas cosas aburridas y sin pedir permiso me recosté junto a ti, en tu pequeña e incómoda cama. Me miraste, por primera vez sentí que había un sentimiento mutuo y te besé, aún puedo sentir tus deliciosos labios sobre los míos. Correspondiste el beso y eso me hizo sentir en extremo feliz.

Mis ojos vuelven a derramar lágrimas, yo mismo me estoy torturando con tu recuerdo. Daría mi vida para que te quedaras. Es imposible. Me duele tu ausencia.

Los días pasaron, tú me ayudabas a seguir aprendiendo, a seguir luchando por sobrevivir. Establecimos algo que sin decirlo o hacerlo formal ahí estaba y crecía cada vez más.

Me regalabas besos en la sien, en la mejilla, en los labios, eras tímido pero seguro, ¿cómo puede existir una persona así? Parecíamos adolescentes escondiéndonos en algún lugar para besarnos, para acariciarnos.

Todo desde un comienzo estuvo mal, lo sabíamos, pero así seguimos con esto. No debí besarte nunca, no debí permitir que me abrazaras en mi primer día en la AVT.

El rechinar de la puerta de la habitación donde estoy me saca de aquellos recuerdos, sé que es Ravonna, sé que viene por mí, me va a podar. Voy a morir. ¿Qué más da? Me da igual lo que hagan conmigo por que no me interesa vivir en un mundo sin mi mundo. Porque no tengo escapatoria ni contigo ni con mi familia.

Los guardias que vienen con ella me patean, realmente no me duele, no hay nada que me duela más que el saber que ya no estás.

Después de divertirse un rato me levantan, me llevan por los pasillos a quién sabe donde. Ahí se encuentra Sylvie también.

- ¿Estás bien? - me pregunta. No sé como responder aquello, a lo que solo inclino mi cabeza y la vuelvo a levantar. Ella entiende, a pesar de que no le hablé de ti sé que hubo un instante en el que me delaté y ella no es tonta.

Las puertas frente a nosotros se abrieron y entramos a aquella habitación con Ravonna detrás nuestro. Los Guardianes del Tiempo estaban ahí.

Entonces, todo pasó muy rápido, a penas conseguí moverme, B-15 estuvo ahí, nos liberó y estábamos peleando, ¿para qué peleo? ¿Por quién peleo? Quizá solo lo hice por inercia, por mera supervivencia, por que sin importar que quiera morir no dejo de temerle a la muerte, quizá luché por venganza.

Vencimos. Los Guardianes resultaron ser una farsa también. Ravonna estaba en el suelo, ¿qué seguía? Abracé a Sylvie, lo necesitaba y entonces... sentí ardor en mi espalda, me estaban podando.

Después de unos segundos abrí los ojos - ¿Estoy muerto? - pregunté a la nada, estaba en el suelo de algún lugar que pensé sería Hel.

- Aún no, pero lo estarás si no vienes con nosotros. -

Esa voz delante de mí me hizo voltear a mirar de quién se trabata. ¿A caso son variantes mías? Si no estoy muerto, ¿dónde estoy? ¿Tú también estás vivo entonces?

Claramente no obtendré respuestas pronto si no hago lo que me dijo aquel hombre frente a mí, me levanto y así, solo así siento la esperanza renacer en mí.

Quiero pensar que aún vives, quiero pensar en que también harás lo posible por encontrarme como yo lo haré por ti.

Daría todo por verte una vez más, aunque mi vida se vaya en ello. Lo haré.

Voy a luchar contra todo lo que sea que esté en este lugar, por que algo muy en mi interior me dice que sigues por ahí.

No importa si tengo que vender mi propia alma. Con tal de no sufrir tu ausencia...

Tu ausencia [LOKIUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora