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Baji estaba sentado en el suelo con la espalda apoyada en el sofá posicionado detrás de él, con el ceño fruncido y ganas de ahorcar a Kazutora.

Sentados en el mueble Chifuyu y el antes mencionado reían en un aura de comodidad al rededor, seguramente por algo que estaba pasando en la película que se estaba reproduciendo en el televisor de enfrente pero Baji estaba demaciado ocupado haciendo una huelga silenciosa como para prestarle atención a la filmación que llegaba a su fin.

En el regazo del morocho de mechas rubias descansaba un hermoso gato negro de nombre "Peke J" , hijo adoptivo de Matsuno.

El simple hecho de que Kazutora pudiera acariciar al felino, sin que esté le arrancará un ojo, molestaba a Baji y tenía su lógica.
El gatito de apenas un año era extremadamente celoso con su papá adoptivo, no dejaba que nadie se acercará, sin importar que fuera hombre o mujer y si alguien llegaba a tocar al rubio se ganaba una cortada profunda en la parte del cuerpo que Peke J tuviera más cerca, además de borrar el tóxico tacto con una lamida a su dueño.

Era extremadamente tierno, si no te ganabas una cortada en algún descuido por supuesto.

Baji nunca había podido acercarse a Chifuyu en presencia de su primogénito y no hablemos de acariciar a este.

¿Tan difícil es aceptar que vas a tener un padrastro?

Al parecer el problema era únicamente con él y la cosa cambiaba si se trataba de Kazutora. Tonta bola de pelos, no sabe la cantidad de chiches que le compraría si tan solo le aceptará una caricia.

- Baji-san...¿que pasa?

Elevo la mirada para mirar los faros azules de su mejor amigo, quien lo observaban con curiosidad. Tenía unas inmensas ganas de contestarle algo como "Nada, solo quiero que alejes a Hanemiya de tu persona porque te está mirando raro y Peke J no le está arrancando los ojos" pero simplemente no podía hacerlo, es decir ellos no eran nada. Por ahora.

- Solo pensaba que Kazutora debe madrugar y ya son las una de la madrugada - el susodicho dejo de mirar al gatito que dormitaba en su regazo para mirar directamente al morocho - Tranquilo bro, no nos enojamos

- ¿A qué hora tienes que levantarte mañana? - No, no, no, Matsuno no - Puedes quedarte si quieres - Chifuyu hizo un puchero inconciente que casi droga a los otros dos - No parece prudente irse a esta hora

Matsuno Chifuyu era la clase de persona que te anestesiaba el cuerpo con esos simples detalles inconcientes de su persona.

Por otro lado Kazutora era peligroso para los sentimientos que Baji profesaba hacia Matsuno y el futuro inexistente de casarse, adoptar un bebé y doce gatos con el chico. Aunque tampoco podía hecharle toda la culpa encima a su amigo, ya que este no tenía conocimiento alguno sobre el amor secreto que escondía celosamente del ojo público.
Pero como es un egoísta de mierda aunque nunca le haya dicho nada al rubio sobre dichos sentimientos y este tenga toda libertad del mundo para hacerle pucheros a quien quisiera, claramente no lo iba a permitir.

Matsuno era de él y para él, aunque tal vez lo compartiría con cierto gato traicionero.

- También me quedo - ambos chicos lo miraron confundidos - ¿Que?

- Baji...tú vives a tres puertas - el de cabello largo le pegó suavemente en la frente mientras le entregaba el gatito al chico junto a él

Is Baji-san jealous?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora