Punto muerto

202 7 0
                                    

Domingo 15 de febrero 2015

Creo que ya he llegado un punto límite, anoché me derrumbé. Todo empezó viendo el precioso atardecer por la ventana, me quedé aturdida como quien escucha algo explotar, sólo que en este caso era yo la que exploté. Comencé a llorar, se me fue la hora, eran las 4 de la mañana, y el día posterior había clase. No iría, no puedo dejar que nadie me vea de esta forma. Y lo pensé, no voy a negar que lo pensé, pensé en hacerlo pero recordé lo que Iván dijo, en lo que me prohibió hacer. Decidí desaparecer, irme de todas las formas posibles, lo borré todo, todo aquello que me relacionaba con los demás, dejé de utilizar todas aquellas redes sociales e incluso llegué a desactivar alguna cuenta. Me parece que siempre tengo que esconderme, encerrarme, en mí, sólo en mí, ya que, nadie podía ayudarme. Recuerdo que sentí un dolor fuerte en el pecho, muy fuerte, me costaba respirar y presentí las lagrimas llegando más y más. La única vez que me sentí tan mal como esa noche fue al ver irse a mi padre, él tenía los ojos llorosos, lo miré y yo me rompí totalmente, quede rota. Su mirada era negra, pérdida y también supe a partir de esta misma que no lo vería más.

Cuando me levanté sentí mi cabeza retumbar y mis ojos hinchados. Me duché, me vestí y me miré al espejo con la sensación de desprecio que fluía sólo con mirar aquella chica. Mírala pensé, estatura media, piel pálida, ojos marrones oscuros, pelo negro, y obviamente con un claro exseso de peso ¿acaso alguien llegaría amar a tal ser? Aquel que no se puede amar ni a sí mismo. Dirigí la mirada hacía mi rostro, era un desastre, finalmente lo conseguí. Conseguí enseñar mi estado de ánimo, era tan horrible como me esperaba. Jamás dejaría que nadie me viese así, no quiero ser la típica chica triste. Decidí no ir estudiar en toda la semana, se lo expliqué a mi madre diciendo que estaba enferma. Toda aquella semana estuve en la cama, comía una o dos veces al días y desde luego estaba deprimida por alguna razón desconocida. Aquella razón era como si necesitara algo más.

Hoy bueno, sigo igual de mal pero puedo esconderlo de los demás. Creo que fue lo que paso, no puede controlarlo y finalmente exploté. Al encerder mi móvil después vi muchos mesajes y llamadas perdidas de Lucy y no me extraña, ella se preocupaba por mí pero al ir bajando encontré un mesaje de Iván, lo cual me extrañaba. Llamé a Lucy para decirle lo que había pasado, sólo con oír mi voz ella lo supo, sabía que estaba mal. Quiso ir a verme pero dije que no, no quería que viese de tal manera. Así que le dije que nos veríamos en el instituto.

Iván

- ¿Estás bien? Llevas toda la semana sin ir a estudiar...Si quieres puedo ir a tu casa y ver que tal estas.

Blue

Sí, estoy bien. Gracias por preocuparte y no, no hace falta que vengas.

Ahora lo que menos necesito es alguien que se compadezca de mí.

Lunes 16 de febrero 2015

Cuando llegue al instituto me senté con Iván como siempre. Creí que me pregutaría que si me encontraba bien pero no, no lo hizo. Y la verdad se lo agradezco mucho, no quería mentirle diciendo lo mismo de siempre. En el cambio de clase me quedé sentada y puse mis brazos en modo de almohada para recostar mi cabeza. Noté como alguien me quito el pelo de la cara y abrí los ojos, entonces le vi, vi a Iván mirándome:

- ¿Por qué me miras?
- Qué pasa, no puedo mírate o qué.
- No, no es eso pero me incómoda.
- La verdad es que hoy estas más guapa de lo normal, sólo eso. -dijo mientras me sonreía-
- Ah, pues gracias. No estoy de acuerdo contigo pero gracias. -dije devolviéndole la sonrisa-
- ¿Puedo preguntarte algo?
- Claro, dime
- Puedo entender que no quieras venir y eso...
- Dímelo -dije metiéndole algo de prisa-
- ¿Quieres venir a mi casa? Sólo a ver una película y si quieres comemos algo fuera o lo que quieras hacer.

Justamente llego la profesora de francés y cortó la conversación. No sabía si decirle que sí o no. No es que me molestara ir a su casa pero ahora no quiero encariñarme con alguien. Al salir del instituto Iván me lo volvió a preguntar:

- ¿Entonces?
- Sí, vale pero elijo yo la película.
No tenía nada que perder además sólo éramos amigos. Nos conocíamos desde hace mucho y no habría nada entre nosotros.

- Lo que tú quieras, bueno te recojo en tu casa a las 6.
- Vale


Llegue a casa y empecé a ver que ponía y no tenía ni idea. Me parecía estúpido que estuviera tan nerviosa sólo por ir a su casa y estar con él. Finalmente me puse unos vaqueros negros rotos con una camisa blanca con detalles dorados y unas botas negras. Mientras me miraba en el espejo para ver que tal estaba, recibí un mensaje de alguien, no sé quién era.

- Hola, siento molestarte pero me gustaría saber si estas bien. Te desactivaste la cuenta por la que te hablábamos y bueno quiero decirte que te eche mucho menos y quiero hablar contigo.
Castiel

Pero cuando leí aquel mensaje no lo entendía, es decir, ¿por qué se preocupaba por mí? Yo lo consideraba importante para mí sólo por diferente y lo distinto que era de los demás. Nunca pensé que yo lo fuera para él. Empecé a darle vueltas a todo. Por qué reacciono de esta forma, parece como si sintiese algo por él, no puedo dejar que eso pase, siempre acaba mal. Decidí activar la cuenta y decirle que estaba bien todo.

Castiel
No quiero parecer intenso pero ¿estás bien?


Blue
Sí, estoy bien jajaja


Castiel
En serio mujer, qué te pasa
Te conozco nunca sueles reírte por aquí


Blue
Nada, estoy bien ahora ya esta, por favor deja el tema


Castiel
Esta bien, es que me tenías preocupado, si pudiera hubiera ido a verte quisieras o no, ahora necesito verte, necesito saber que estas bien


Blue
Estoy bien, no te preocupes

Sonó el timbre era Iván tenía que irme.

La aburrida vida de Blue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora