one & only

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ymir no dejaba de observar a la rubia

«es un bebé» pensaba. una vez que conocías a historia, era un bebé. no debías dejarla dormir demasiado ya que se convertiría en un problema.

era despistada, alegre y dormilona, igual que una niña pequeña. a mucha gente le irritaba eso, sin embargo, ymir lo veía como algo encantador.

malo malo, los demás no debían tocar un solo pelo en ella. ya se sabía que su novio tendía a ser celoso y algo maniático, como si la quisiera proteger todo el rato. y la de pecas no lo culpaba, en su lugar haría lo mismo (aunque se moría de celos).

quería acercarse a la rubia, sin embargo, aquel hombre siempre estaba a su lado, asegurándose de que nadie le molestara.
cansada de solo observarla en la lejanía, elaboró un “plan” para poder estar con ella sin causar problemas (por el momento).

usó la excusa de que tenía que hacer un trabajo con hisu. como historia era algo despistada, aceptó pensando que tenían el proyecto de verdad.
la pequeña le contó todo eso a su “pareja”. este accedió desconfiando todavía sin embargo le dio su visto bueno.
y allí fue cuando tuvieron la oportunidad de verse en persona, cara a cara.

—¡ymir! hooola~ –alargó la o, enfatizando. ymir no pudo evitar sonreír ante la emoción de la rubia.

—hola hisu- ¡digo historia! –se corrigió avergonzada.

—está bien –le sonrió —. estoy muy feliz de poder pasar tiempo con alguien más además de reiner.

la boca de la más alta se torció al escuchar el nombre del otro rubio. sin embargo, su cabeza siguió observando a la baja, admirando sus ojos azules.

—¿quieres que nos sentemos? –cambió de tema.

—¡claro! –historia siguió a ymir hasta donde habían unos bancos con mesa incluida, aquellos en los que podías hacer un picnic. —me tienes que explicar todo el proyecto, no me enteré de nada. –rascó su nuca avergonzada, acción que le pareció muy tierna a la morena.

—ese es el tema... –comenzó —lo siento hisu, pero no hay ningún proyecto. –admitió. no quería que hubieran mentiras en su relación.

—¿eh? no entiendo. –ymir quiso reírse ante la inocencia de la rubia.

—pues... es de buen saber en la escuela que reiner es muy posesivo y no le gusta que nadie se acerque a ti... yo solo quería pasar un tiempo contigo y conocerte mejor, ya que me pareces súper interesante. pero entiendo si después de esto quieres irte.

hisu tuvo que procesarlo todo. se quedó unos momentos pensativa y luego exclamó: —¡qué linda~!

ahora era ymir quien no entendía.

» hiciste todo esto por mí –prosiguió —. nadie había hecho algo de ese estilo jamás. los chicos quieren acercarse a mí alegando que son valientes, pero nunca poseen las agallas de enfrentarse a reiner... ¡es un detalle precioso de tu parte!

ymir sonrió, estaba por encima de los varones de su institución (nadie había dicho lo contrario, si es que era un hecho) y había hecho algo nuevo para historia.

—entonces... ¿te gustan los gatos? –sacó tema de conversación.

la charla entre ellas fue divertida. hablar con otra persona de su mismo sexo era reconfortante, de algún modo; se entendían y conectaban en muchos aspectos. mientras la rubia comentaba anécdotas de su infancia, donde mencionaba a su hermanito armin, no dejaba de pensar en la suerte que tenía su novio.

estaba tan celosa...

las horas pasaron, ya habían ido a comer algo ya que los estómagos comenzaron a rugir de tanta conversación y risas. cuando comenzó a oscurecer, historia lamentó.

—ooh. ya es tarde. debería llamar a mi hermano. ya sabés cómo es reiner. –sacó su teléfono buscando el contacto.

—¿perdón? –inquirió la morena.

—claro, mi hermano. –dijo hisu con obviedad mientras esperaba que tomaran el teléfono en la otra línea.

—¿¡es tu hermano?! –exclamó.

—¡claro! el otro es armin, ¿no sabí-? –no puedo continuar ya que al otro lado ya estaba reiner preguntando qué tal estaba y ella lo tranquilizaba.

cuando finalizó la llamada, ymir se encontraba boquiabierta. ¿cómo no se había dado cuenta? se sentía tan idiota... ¿el resto del instituto también sabría de su lazo sanguíneo?

—creo que debería irme, él vendrá a buscarme. –le sonrió algo apenada ya que era hora de irse a casa.

—supongo que sí... –hubo un silencio incómodo durante unos minutos, y cuando vio el auto de reiner acercarse, tomó el valor suficiente para hablar. —¿t-te... gustaría que tuviéramos otro día una... cita?

hisu río tapando su boca, tímida. —¿acaso no acabamos de tener una cita ahora? –ymir se sonrojó, feliz. otra risa apareció en la boca de la rubia, le guiñó el ojo y se marchó, dejando embobada a la pecosa.

todas sus ideas habían sido equivocadas, y acaba de tener una cita con historia y era el mejor día de su vida.

FIN.

ella es un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora