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Jungkook y Taehyung esperaron a la tarde para encontrarse en una parada de autobús que los llevaría hacia el destino que habían elegido.

Cuando se vieron, el pelirosa no pudo evitar saltar a los brazos del menor y que este le correspondiera con la misma efusividad.

—Hyung es muy guapo—murmuró el azabache cuando se separaron luego de admirar el conjunto cómodo que había elegido el mayor para su "cita". Taehyung alcanzó a escucharle y rio suavemente provocando un sonrojo en su dongsaeng.

—Tú también te ves genial hoy, Kookie—afirmó con una sonrisa cuadrada para inmediatamente tomar su mano, algo que hizo sobresaltar al chico, pero no por eso no corresponderle afianzando el agarre—Pero no perdamos más tiempo porque hoy nos divertiremos mucho, pequeño conejito.

Jungkook amaba cuando el pelirosa le decía conejito, le hacía sentir jodidamente bien además del cariño con el que lo trataba siempre. ¿Cómo no sentir mariposas en el estómago? Totalmente imposible.

Y Taehyung amaba la atención y admiración que el azabache le daba a su persona.

Así que entre conversaciones triviales y amenas comenzaron a recorrer el lugar, deteniéndose en algunas divertidas atracciones tales como una montaña rusa en la que gritaron a todo pulmón ya que tenía muchas curvas y era excesivamente alta para que cuando bajaran se rieran a carcajadas por lo nerviosos que se habían puesto, seguido de un lindo carrusel en el que pudieron recuperar la compostura luego de tanta euforia, para luego terminar en el conocido barco pirata que igual les llenó de adrenalina pero que supieron sobrellevar de mejor manera, entre muchos otros más.

Después decidieron comer algo pues sus estómagos se los estaban implorando ya que el tiempo se les había pasado volando, así que se sentaron a comer en uno de los puestos de comida típica que encontrabas en un parque de diversiones.

Cualquiera que los viera podría jurar que eran pareja por cómo se observaban embelesados en el contrario y como animadamente compartían sus alimentos, pero Taehyung decidió ir más allá y pidiéndole que abra la boca y diga "ahhh" le dio una parte de su comida al menor que un poco avergonzado aceptó.

El menor no se quiso quedar atrás y con valentía decidió limpiar la mejilla manchada de salsa del pelirosa. Si bien le sorprendió su iniciativa, se sintió complacido al sentirse correspondido en esas pequeñas acciones porque aquello solo le reafirmaba que el azabache se sentía a gusto con él como para brindarle ese tipo de confianza.

Siguieron con su charla de temas variados y que salían espontáneamente en medio de esta hasta que habían acabado de comer. Taehyung sugirió que caminarán un poco para sentirse más livianos y poder seguir por un rato más en el parque hasta que llegaron a una cabina de fotos y no pudieron evitar la tentación de hacerse algunas pues muy dentro de ellos se repetían que tendrían un recuerdo muy bonito de ese día en el que sin saberlo confesarían sus sentimientos.

Minutos más tarde, luego de obtener una gran cantidad de fotos, decidieron competir por quien lograba ganar un peluche para el contrario al momento de participar en el típico juego de lanzar los dardos en el centro.

Estaba muy reñido además de que el azabache no quería ceder porque era muy competitivo hasta que el mayor decidió usar una táctica secreta.

Sin que el menor se lo esperará, besó su mejilla distrayéndolo y arriesgando todo logró darle justo en el centro obteniendo la victoria.

—Eso fue trampa—se quejó el menor totalmente ruborizado—. No es justo hyung, me distrajo.

—No creí que de verdad funcionaría—se hizo el desentendido mientras recibía el peluche de un conejito rosa por parte del encargado—. Eres mal perdedor, Koo.

Sakurafubuki; tk auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora