Capitulo 2

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Luego de que su pequeña creación/monstruo le preguntara eso, había quedado completamente en blanco. Intentó hablarlo con Louis, pero por un motivo u otro no lo lograba. 

Gemma se había llevado a sus cinco tiernos, pero revoltosos sobrinos a dar una vuelta por el parque y Harry lo tomó como una señal.

Su omega seguía durmiendo a su lado por lo que decidió destaparlo con cuidado y levantar su camiseta para ver si algo podía resolver sus dudas.

Pasó delicadamente su mano sobre el vientre casi plano y acercó su rostro a él. Ahí podía estar su proximo cachorrito. No pudo evitar sonreir.

De pronto su mirada y dedos se dirigieron hasta las pequeñas líneas, ondeadas y blancas que él reconoció como estrías. 

Las tocó con cuidado, siguiendo su forma y relieve, medio sonrió. La pancita de su omega se había estirado para darle espacio a sus cachorritos, y a cambio habían quedado esas pequeñas marcas.

—¿Harry?— preguntó frunciendo su ceño completamente confundido al ver a su alfa con sus manos y rostro pegadas a su vientre.

—Hola, Lou ¿dormiste bien?— preguntó aún examinando el estómago del omega.

"Vamos, instinto de alfa. Tu deberías saberlo" se dijo a sí mismo.

 —Si. Uhm. Alfa ¿qué haces?— preguntó.

—Creo que nunca te lo he preguntado, pero ¿esto duele?— preguntó mientras presionaba suavemente una de las estrías que se encontraban en la parte baja de su vientre.

—No, alfa. No duele— rio.

—Okay… ¿y esto?— presionó el centro de su estómago suavemente.

—Tampoco. ¿Ya me dirás que haces? Porque en verdad es un tanto extraño.

—No hago nada— murmuró ya por fin bajando la camiseta del ojiazul.

—¿Por qué la casa está en silencio? ¿Qué hora es? 

Harry tomó su celular de forma rápida tan solo para ver la hora.

—Son las diez de la mañana, y Gemma se llevó a nuestros hermosos y adorables cachorros al parque— comentó riendo al ver la sonrisa de satisfacción que tenía el omega luego de volverse a acomodar en la cama, dispuesto a retomar el sueño.

—Ni pienses despertarme a no ser que sea la hora del almuerzo o lleguen los cachorros— pidió cerrando sus ojos mientras se daba la vuelta para quedar boca abajo y acurrucarse contra Harry.

El rizado sonrió acariciando la espalda del omega que más amaba. 

A pesar de tener cinco pequeños, los momentos íntimos de mimos o más, no faltaban. Le gustaba acurrucarse con su omega mientras el aroma de ambos los rodeaba.

¿Podrían sobrevivir con un cachorro más? O sea definitivamente sí, pero de igual forma era algo tan extraño de pensar. Pañales, biberones, chupetes, mamelucos y ropa diminuta de nuevo sería realmente extraño, pero adorable. 

Abrazó mejor al menor, hundiendo su nariz en la fuente de aroma del ojiazul. Arrugó su nariz al sentir el aroma levemente más dulce.

¿Cómo no se había percatado de eso antes?

"¿Le estamos prestando menos atención a nuestro omega y a sus pequeños detalles?" Se preguntó a sí mismo, siendo inmediatamente regañado por su alfa interno. 

¿Qué otras cosas no estaba notando?

Hace algunos días no le prestaba especial atención a sus ojitos azulados porque estaba muy acostumbrado a verlos en sus cachorritos. 

—¿Lou?— lo llamó suavemente mientras besaba sus mejillas rojizas —Lou. 

—¿Si, Hazz?

—Abre tus ojos, amor— pidió en voz baja.

Louis abrió sus ojos aún un tanto adormilado y bastante confundido. 

—Son bonitos— murmuró con una sonrisa mientras que el omega posaba su mano sobre la frente de su alfa.

—¿Te duele la cabeza, Hazz?

—No ¿por qué? Solo estoy diciendo que tus ojitos son bonitos— murmuró sin quitar su pequeña sonrisa.

—Llevamos catorce años de relación y cinco cachorros en total, me lo has dicho demasiadas veces, pero gracias— rio con ternura —¿Qué tanta curiosidad tienes por examinarme hoy? 

Harry se quedó en silencio ¿Debía decirle que su cachorro de nueve años le había hecho dudar que tan buen alfa era?

—Uhm. Es que Oliv dijo que si ya me habías dicho que tendremos otro cachorrito en casa, y no habías dicho nada y...— hizo una pausa observando la confusión del ojiazul —...Y ¿Tendremos otro cachorrito en casa?

—No, no que yo sepa— murmuró —Yo sí me he cuidado. Nos hemos cuidado— se corrigió aunque luego pensó en que ellos también se habían cuidado cuando Emily y Ethan fueron fecundados.

No es que no quisieran más cachorros. Ambos tenían la posibilidad de traer bebés al mundo, cuidarlos, amarlos y darles todo lo necesario. Por lo mismo ninguno se había operado para dejar de tener bebés, pero de igual forma seguian cuidándose, solo dejaban que todo fluyera. 

—Mejor haré un examen de sangre ¿si?— dijo intentando darle una respuesta al mayor, quien era como un niño curioso que debía obtener una respuesta inmediata a sus preguntas.

Iba a volverse a dormir pero su lobito interno no lo estaba dejando gracias a la preocupación de si estaba esperando un nuevo cachorrito o no. 
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N/A: Aljshfriffbkiddnosdji si.

Me encanta. Basta.

Probablemente alguien o algunas personas se pregunten ¿por que no adoptan? Por que si... tienen todos los recursos para adoptar y aja. Bueno, en esta historia (mi mundo, mis reglas) no hay niños en adopción porque todos tienen sus familias <3.

¿Les gusta? ¿Qué opinan?

Con amor, Whoss.

Big Family (L.S Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora