0.3 "...Te quiero chico musculoso..."

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♥♥♥

- Ya, pero debes tomarla de esta forma, si la tomas por ese lado, el animal se te escapará -dijo por centésima vez.

- ¿Cómo es que no te cansas de repetirme lo mismo? ¡Yo ya estaría gritando! -reí.

- Si, no me canso -me miro y comprendí que estaba harta- Bien Justin. Drako no es un animal pequeño, por lo que cuando juegue y quiera correr posiblemente te arrastre.

- Eso no podrá ser posible, es que mírame- solté la cuerda y le enseñe mis brazos.

- ¡JUSTIN NO! -gritó.

- Mierda, sabía que el perro no me quería -musité y comencé a correr al animal- ¡DRAKO AQUI AMIGO, VEN NO SEAS MALO!

- ¡Córrelo!

Y mi lucha por atrapar al bendito perro comenzó. Liz me gritaba todo el tiempo que mire a la izquierda, a la derecha, luego adelante, que tenga cuidado, esto se estaba convirtiendo en un caos, pero mi objetivo era que ese perro me ame y vivamos felices por siempre.

- ¡Justin Guarda! -Gritó esta haciendo que mirara hacia adelante y tropezara con la máquina de palomitas.

Ouch.

Eso había dolido, bendito sea el día en que debía caer delante de toda la gente.

- ¿Eres tarado o qué? -levante mi cabeza para ver quién era el que se reía de mí.

El niño de la pelota.

Me levante del lugar en donde había caído y limpié mi ropa.

- Tu -me acerqué al niño- No vuelvas a reírte de mi pequeño mocoso, saldrás perdiendo -este se tensó.

- Lo siento mucho señor, pero debo atrapar a aquel perro. – me dirigí al dueño de la máquina de palomitas y comencé a correr nuevamente.

- ¡MALDITO NIÑO MALCRIADO, VE AL GIMNASIO A CORRER!- gritó.

Mi paso debía ser apresurado, ese perro corría al menos 200 km. por hora y yo estaba aquí corriendo como tortuga.

Las dos horas diarias de gimnasio no estaban sirviendo de nada en este momento.

-Drako, amigo ven, vamos pequeño-dije acercándome a él sigilosamente cuando por fin había parado a olfatear un árbol, pero este comenzó a correr nuevamente.

Perro puto.

Acelere nuevamente mi paso para poder alcanzarlo, maldita sea,  en cualquier momento me agarraría un paro respiratorio.

Oía a Liz gritar, pero no entendía muy bien lo que decía.

- ¡Justin, ahí! -miré donde estaba ella- A tu izquierda -corrí mi vista a el lado izquierdo del parque.

Y ahí estaba Drako, había parado nuevamente de correr.

Traté de ser silencioso, de esa forma no lograría verme.

Camine y me escondí tras un árbol, para así poder tomar la cuerda que colgaba de su cuello y atraparlo por fin.

- ¡TE TENGO! -grité cuando tomé la cuerda.

Este hacía fuerza para poder escaparse nuevamente, pero como había dicho antes, MI FUERZA SUPERABA A CUALQUIERA.

- Gran caída amigo -río Liz cuando llego a mi lado- Tomé esta foto, te la mandaré cuando lleguemos a casa -comenzó a reír.

The girl of the dog➳j.b||one shoot {sin editar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora